En gamela para explorar el río Eume

ANA F. CUBA CABANAS / LA VOZ

CABANAS

CESAR TOIMIL

Los viajeros salen fascinados de las rutas a bordo de la embarcación «Anduriño», una iniciativa del Concello de Cabanas que continuará hasta el 15 de septiembre

22 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«¡Qué maravilla, esto es una preciosidad!», proclama Javier Feal nada más bajarse de la gamela Anduriño en el embarcadero del Día Oito, en Cabanas. Es la segunda vez que este madrileño con raíces gallegas explora el río Eume a bordo de esta embarcación. «Hace tres años lo hicimos mi mujer, mis tres hijos y yo, y nos gustó tanto que hemos querido traer a mi cuñada y a mi sobrino. Remontar el río con una barquita es fantástico», recalca. A los siete pasajeros de la última salida de ayer les fascinó la experiencia, de la que también forma parte Marta Freire, la patrona, que ejerce de guía.

«Es una delicia, muy amable y muy atenta, nos ha ido contando cosas de lo que se veía en la orilla, las aves, un cormorán, una garza real... En la encuesta [al finalizar la navegación] hemos coincidido todos en destacar su papel, es encantadora», subraya Javier. Para ella también está resultando muy positivo el trabajo de este verano: «La gente responde muy bien, nunca habían visto las fragas desde el río y yo les cuento lo que vamos viendo y procuro contestar las dudas que surgen. Me ayuda mucho la gente de Cabanas, cuando viene alguien de aquí aprovecho para preguntarle lo que desconozco», explica Marta, con un amplio bagaje en el sector, pero debutante con una lancha turística.

En marcha desde 2013

El Anduriño es una embarcación tradicional gallega de 7,30 metros de eslora y 2,87 de manga, construida en el Centro de Formación A Aixola, de Marín, por encargo de la Consellería de Mar y cedida al Concello de Cabanas, que emprendió el verano de 2013 un proyecto para divulgar la riqueza medioambiental del curso bajo del río Eume. «Llegamos hasta el centro de interpretación de las fragas [situado en Ombre, Pontedeume] y allí damos la vuelta. Desde que el río empieza a estrecharse bajo el motor e impresiona el silencio, sobre todo a primera hora del día, con el agua como un espejo. A la gente se le hace corta la ruta», señala Marta. «Es tan bonito, con los árboles sobre el río, y tan verde al haber llovido tanto... La pena es que no haya más tramo navegable, es una experiencia única remontar un río mítico como el Eume, merece mucho la pena», destaca Javier.

Familias que repiten

La temporada arrancó a mediados de julio y continuará hasta el 15 de septiembre, por lo que aún quedan muchas oportunidades de recorrer el estuario del Eume en barco. Hay que reservar plaza en la oficina de turismo de Cabanas, en el parque de O Areal, el correo oficinadeturismocabanas@gmail.com o el 981 434 566. El pasaje cuesta seis euros, tres para menores de edad, con un descuento del 50 % para los vecinos del municipio. «Los viajes siempre van llenos [dispone de ocho plazas] y hay familias que repiten cada año», señala Lali López, la técnico de turismo. Las salidas dependen de la marea, con hasta cuatro rutas diarias, dos antes y dos después de la pleamar, explica la patrona.

«Hemos estado varias veces en las fragas, en Caaveiro y haciendo alguna ruta de senderismo, pero la perspectiva que tienes del parque desde el río es totalmente distinta. Te sientes un aventurero en el Amazonas», relata el madrileño Carlos Martínez, que evoca la expedición de 2014.