Esperan la llegada de turismo nacional y extranjero para retomar la actividad
05 abr 2021 . Actualizado a las 12:17 h.Tras una Semana Santa con una ocupación muy dispar para los cámpings de la provincia, la época en la que arranca la temporada tradicionalmente para el sector, mira ya hacia el verano esperando, al menos, repetir las cifras del 2020.
La proximidad al parque natural constituye la gran baza del cámping Fragadeume, ubicado en Monfero, que acaba de comprar una familia mexicana. Juan Carlos Tarazona, con experiencia en la gestión de este tipo de negocio en California. Logró ocupar la mitad de sus bungalós durante el arranque de la temporada y espera ansioso ya la época estival. «La opción de cámping te deja mantener una distancia de seguridad sin problema, beneficioso, igual que el turismo rural. Aquí están los senderos de las Fragas do Eume, el 100 % de la gente que viene aquí se contagia de vibraciones positivas», destaca.
También tienen buenas expectativas para el verano en el cámping Los Manzanos, ubicado en Oleiros. Lograron contar con una ocupación notable en Semana Santa en cuanto a los bungalós y un 25 % de acampada. Y esperan que vaya mejorando conforme llegue el buen tiempo. «La gente tiene ganas de ir a la costa, salir de su rutina y disfrutar, pero el tiempo tiene que acompañar», comenta Manuel Campaña, responsable del establecimiento. Y espera que vaya mejorando de cara al verano, época para la que espera, al menos, que iguale al año pasado. «Estuvimos bien, tuvimos una ocupación de un 70 %. Después de todo lo que pasamos con el virus estuvo bien», reconoce. Y para este ya cuentan con clientela que acudirá a su establecimiento. «Ya tenemos bastantes reservas porque tenemos a gente que viene todos los años, pero yo creo que dependerá mucho de la vacunación», valora. En verano cuentan con clientes tanto de nuestro país como de fuera. «El año pasado vino mucha gente de España y muchos clientes que vinieron por primera vez a esta zona o iban de cámping por primera vez», apunta. ¿Qué es lo que les atrae? «Todos tienen un porche individual al aire libre, eso ahora es un valor seguro, todo el mundo quiere eso. Esperemos igualar el verano pasado», desea Campaña.
Muy diferente es la situación que atraviesan los alojamientos de la capital gallega. Tras una Semana Santa «floja no, flojísima», comenta Jesús Asorey, responsable del Cámping de As Cancelas, para el verano no son todavía muy positivos. «Hay unas mínimas reservas, algunas vienen del año pasado», comenta. Explica que «el tiempo medio de visita a Santiago es de menos de dos días», un turismo «muy activo que ahora mismo no hay». «No hay peregrinos, no hay turistas... Nuestro turismo, en un 70 %, es extranjero y el 30 % es de fuera de Galicia. La media de Santiago del verano pasado estuvo en un 30 % menos que el verano anterior», reflexiona. Pero no le queda ninguna duda que «hay que seguir sobreviviendo» y pone sus esperanzas en la vacunación y que se regularicen de nuevo los vuelos y el turismo.
Presidente de la Asociación Galega de Cámpings
Delfín Fidalgo: «Se han convertido en 'resorts', ahí está el futuro»
Delfín Fidalgo es un veterano en Galicia en el sector. Presidente de la Asociación Galega de Cámpings y propietario del primero que se instaló en Galicia, en Valdoviño, hace ya más de 60 años, apostó por crear un espacio de estas características en el entorno de la playa de A Frouxeira y su laguna. «En estos momentos están abiertos un 60 % de los cámpings, y no con todos los servicios, con el orden de ocupación del 15, el 20 o el 30 % aproximadamente. Estamos con cifras pequeñas y reservas muy temerosas, pero se va tirando», valora Fidalgo. Pasada la Semana Santa -tradicionalmente el arranque de temporada para el sector- con cifras muy humildes, aboga por centrarse ya en el verano para estar en funcionamiento con todas las instalaciones. Aunque recalca que el sector es muy dispar. «Hay dos vertientes del turismo que no están viniendo de momento, ni el extranjero ni el nacional. Nos limitamos al turismo regional, es lo que tenemos. Santiago, por ejemplo, vive del turismo extranjero y no hay Camino. Tenemos que ser muy cautelosos y esperar al mes de mayo para poder abrir de cara al verano de la mejor manera posible», valora el portavoz. Las expectativas para la época estival son buenas. «Nuestro potencial es el turismo extranjero. Si se avanza con la vacunación y pueden venir, será un verano bueno. La gente quiere salir», reconoce. En el caso del cámping valdoviñés que regenta ya cuenta con reservas para este verano. «Estamos con un buen nivel de reservas, pero todas condicionadas. No sabemos exactamente lo que puede pasar. El futuro pasa por la vacuna, porque si no, esto no aguanta más», dice. A pesar de las adversidades, el tipo de turismo natural y libre que ofrecen los cámpings vive un momento dulce. «La España vacía se está llenando con la pandemia. Tenemos el sitio exterior que ahora tanto se demanda, apostamos por la seguridad. Los cámpings se han transformado en resorts, tenemos apartamentos, bungalós, cabañas... ahí está el futuro. No vamos a salir mal», recalca.
Seis establecimientos están adscritos a los nuevos bonos turísticos covid
Seis cámpings coruñeses están adscritos al nuevo bono turístico gallego puesto en marcha a raíz de la pandemia sanitaria. ¿En qué consiste? Se creó el año pasado destinado al personal sanitario y sociosanitario de Galicia, pero ahora su cobertura se va a extender a todos los gallegos con una vigencia hasta el día 31 de mayo de 2021. Es una tarjeta monedero a través de la cual Turismo de Galicia aportará el 60 % del coste del bono mientras que el ciudadano beneficiario deberá aportar el 40 % restante. ¿Qué cámpings de la provincia de A Coruña forman parte de este programa? El Cámping de Valdoviño, Cabanas da Ulla, en Touro, Cabanas de Vendaval, en Malpica de Bergantiños, Cámping Coroso, en Ribeira, Cámping Ría de Arosa 2, en Ribeira, y Nidos de Carnota.
Pero, ¿la gente conoce este servicio? «Tenemos un goteo de reservas con la primera fase, la que está en funcionamiento. Estamos adheridos al bono desde finales del año pasado, en diciembre fue flojo por los cierres perimetrales, enero y febrero nadie, así que empezamos a trabajar realmente en marzo. Dentro de esa corta experiencia tuvimos media decena de reservas, es decir, un 20 % de reservas del mes fueron con cargo a ese bono», explica Javier Álvarez, de las Cabanas da Ulla. En Semana Santa ha llenado sus tres cabañas ubicadas en Touro y de cara al verano espera contar con dos nuevas en construcción. «En agosto estamos ya casi en un 40 % reservados», indica.
