Las medidas anticovid evitan las aglomeraciones en las playas

FERROL

CESAR TOIMIL

El tiempo inestable de agosto también fue un gran aliado contra las masificaciones

31 ago 2020 . Actualizado a las 10:57 h.

El mes de agosto no está siendo de los mejores para la playa, porque hubo muchos días de tiempo inestable, con fuertes vientos, orballo, cielos nublados e incluso una alerta naranja por lluvias torrenciales que no permitieron el disfrute de los arenales. Sin embargo, estos fenómenos meteorológicos fueron los mejores aliados de las medidas implantadas por los concellos para evitar las masificaciones en las playas por el covid-19. Así lo reconoce el alcalde de Ares, Julio Iglesias, señalando que la regulación del estacionamiento resultó efectiva «pero el tiempo también ayudó mucho, sobre todo en este mes de agosto».

El municipio aresano implantó un sistema de control basado en la delimitación de las zonas de aparcamiento y la creación de un espacio con un número de código para los no residentes que tienen que pagar por dejar su vehículo. Estas medidas lograron limitar el aforo, además de favorecer la circulación por algunos viales en los que antes aparcaban de forma indiscriminada, dificultando el tránsito. Uno de estos puntos conflictivos es el entorno de la playa de Chanteiro que, con esta medida, ha logrado reducir el aforo de bañistas. En consecuencia, y según la información del alcalde, no llegaron a producirse masificaciones, ni en esta playa ni en la urbana de la villa y tampoco en Seselle.

Colas en Ber

Por su parte, el Concello de Pontedeume optó por la instalación de un semáforo para controlar el acceso a la playa de Ber. Según el alcalde, Bernardo Fernández, la medida también resultó efectiva, «aunque a alguna gente le costó acostumbrarse a las colas». Fue necesario implementarla con un vigilante de seguridad, para que las personas que salían al baño o a comprar un refresco pudiesen volver a entrar. Este sistema, que el regidor reconoce que resulta «incómodo», ha provocado que cinco o seis días se llegasen a formar «colas importantes». El máximo aforo en Ber con marea baja es de 800 personas.

5.000 personas en A Frouxeira

En el municipio de Valdoviño, que cuenta con grandes arenales en A Frouxeira, Pantín, Vilarrube y Meirás, el control de aforos también se logró a base de regular las zonas de aparcamiento, medida que motivó algunas quejas. «Pido disculpas, pero no había otra forma de hacerlo. Teníamos que actuar cuanto antes para no convertir nuestras playas en los espacios masificados que se ven en otras zonas», manifestó el alcalde, Alberto González, añadiendo que gracias a esas medidas «no llegaron a darse problemas de masificación». La eliminación de algunas zonas de aparcamiento, con reserva de una para los empadronados, y la habilitación de otras más espaciadas, ha permitido que la gente se distribuya a lo largo del kilométrico arenal de A Frouxeira, que en algunas fechas está recibiendo unas 5.000 personas, frente a las 8.000 de otros años en días puntuales.

Ferrol fue el municipio que más tardó en implantar medidas para evitar aglomeraciones en sus playas. Y lo hizo con un control horario de los aparcamientos que comenzó a funcionar este viernes en Doniños, Ponzos, Sartaña, Santa Comba, A Fragata y Esmelle, en los que se puede estacionar un máximo de seis horas.

El concejal de Seguridad, Germán Costoya, asegura que la medida tiene por objeto favorecer la rotación, porque si bien este año no hubo aglomeraciones en las playas, porque hay menos desplazamientos de gente foránea, en algunos aparcamientos sí hubo dificultades, porque no caben todos los vehículos. «No puede ser que algunos pernocten o pasen días ocupando una plaza y otros no tengan espacio», apunta, añadiendo que la intención del Concello no es sancionar, sino favorecer la rotación. De hecho, estos días la Policía Local está realizando una labor informativa, «porque siempre hay algún despistado». La medida aún estará en vigor durante un mes, al igual que el socorrismo.