Las «lavanderías xacobeas» de Cabanas

J. C. M. CABANAS / LA VOZ

FERROL

JOSE PARDO

El Concello emprende la recuperación de fuentes y lavaderos de la ruta de peregrinación

14 nov 2018 . Actualizado a las 09:18 h.

El bum del Camino Inglés, que arranca en el ferrolano muelle de Curuxeiras, está sirviendo de acicate a la progresiva recuperación de distintos elementos del patrimonio localizados a lo largo de la ruta jacobea. Cabanas se ha puesto las pilas en este campo y acaba de impulsar la puesta a punto de algunas de sus fuentes y lavaderos, con el objetivo claro de darles una nueva vida.

El proyecto «nace de la necesidad de conservar bienes etnográficos que, aunque es verdad que perdieron su uso tradicional, siempre son dignos de perdurar en el tiempo», apunta el regidor Germán Castrillón. Aunque la iniciativa va un paso más allá, y pretende darle una vuelta de tuerca a estos espacios «olvidados» con el ánimo de que vuelvan a tener actividad.

Y así, se ha procedido a la restauración de tres fuentes públicas, dos de ellas con lavaderos, en el trazado de este Camino de Santiago. Se trata de las de Santa Lucía, Fontao y Areal, en las que, más allá de su adecuación y limpieza, el Concello busca crear puntos de parada y descanso para los peregrinos y lugares atractivos de reunión para los vecinos de las parroquias, todo ello sin renunciar a su uso comunitario original.

Señalan desde el Concello que la Ruta da Auga na vida da muller e do peregrino -nombre del proyecto que afecta al trecho de 3,5 kilómetros del itinerario Xacobeo que va desde el Camiño do Feal en Laraxe a la Avenida Areal- además de recuperar estos elementos de la arquitectura popular trata de recordar todo un modo de vida que quedó atrás. Un tiempo en el que los lavaderos se convertían «nun punto de encontro entre as mulleres que acudían a lavar a roupa, que ao tempo compartían as súas vivencias».

Ahora se trata de fomentar su utilización como «faladoiros» y de convertir estos conjuntos en «auténticas lavanderías» dentro de la ruta de peregrinación, donde además de saciar su sed y refrescarse en las fuentes, los caminantes puedan aprovechar para lavar sus prendas -se ha dotado a los lavaderos de sus correspondientes tendederos- y tomarse un respiro.

«Buzóns da memoria»

La actuación, financiada con una ayuda de la Dirección Xeral de Turismo, se completa con la renovación de la señalización, la instalación en el entorno de las fuentes de bancos y paneles informativos e interpretativos acerca de la ruta y de sus puntos de interés, y la colocación de soportes destinados a que los caminantes compartan sus experiencias e impresiones del camino, «buzóns da memoria». Y, por si fuera poco, desde el Concello barajan la idea de aprovechar estos espacios para fomentar el bookcrossing, es decir, la práctica de dejar libros en lugares públicos para que los recojan otros lectores, que después harán lo mismo.

El interés etnográfico es uno de los puntos fuertes que señala el análisis y diagnóstico del Camino Inglés elaborado por Diputación de A Coruña hace cuatro años, una herramienta para guiar las actuaciones de mejora de este producto patrimonial, convertido ahora en un recurso turístico de primer orden como demuestran las cifras de peregrinos.