Con Rosalía

Ramón Loureiro Calvo
Ramón Loureiro CAFÉ SOLO

FERROL

25 nov 2017 . Actualizado a las 00:15 h.

El jueves, durante la clausura del encuentro que la Real Academia Galega ha dedicado a la literatura de Carlos Casares, el presidente de esa institución, Víctor Freixanes, hablaba, entre otras cosas, de lo que en todo artículo periodístico hay de «diálogo» con el lector. Un verdadero artículo, venía a decir Freixanes, no es una «predicación», sino un fruto más del deseo de conversar con quien lee. Comparto plenamente esa opinión, si me permiten ustedes este apunte personal. El afán de conversar con los lectores, sin tratar de imponer jamás ni un punto de vista ni una idea, hizo volar muy alto todos y cada uno de los artículos de Casares, como los del propio Freixanes hoy. Y antes, por citar solo un par de ejemplos más, los de Julio Camba y Josep Pla. Hay algo que siempre sobrecoge, por cierto, en la Academia, tan vinculada a la memoria del ferrolano Xosé Fontenla Leal -que además fue quien sugirió al gran compositor mindoniense Pascual Veiga que pusiese música a los versos de Pondal, creando así el Himno Galego- y a la de escritores como Otero Pedrayo, Cabanillas o Cunqueiro. Allí está, como dando testimonio de que la eternidad existe, el hermoso retrato de Rosalía, poeta que encarnó a Galicia como nadie más lo ha hecho. En una breve pausa para el café, y en presencia de Henrique Monteagudo (del gran historiador de la lengua gallega, autor entre otras obras de una magnífica biografía de Casares), hablamos un rato, Freixanes y yo, de la reedición de su libro Unha ducia de galegos, ese clásico. Le comenté que en mi opinión nadie ha sabido profundizar como él en la personalidad del obispo Araúxo. No sé qué pensarán ustedes...