El otro día escuchaba una conversación de un ferrolano que se asombraba de cómo una zona de la ciudad tan bulliciosa y concurrida como O Inferniño podía tener un centro comercial tan falto de vida como el de Porta Nova.
La situación en la que se encuentra el área de ventas no es nueva, y lleva así muchos años. Las escaleras automáticas no funcionan, los cajeros tampoco y apenas hay un par de negocios en activo. Solo el supermercado que se encuentra en el bajo consigue atraer hasta este centro algo de vida.
Si los problemas no fueran pocos, el aparcamiento subterráneo también atraviesa una situación complicada. La concesionaria se encuentra en concurso de acreedores y los cuatro trabajadores llevan tres meses sin cobrar. Hay falta de mantenimiento y problemas de inundaciones, lo que complica el funcionamiento de un párking que podría estar a pleno rendimiento teniendo en cuenta el tráfico que hay en la zona.
El Concello plantea un proyecto para Porta Nova, que lo alejaría de su concepto como centro comercial. La idea del gobierno local es ceder locales a asociaciones y crear un centro de coworking. De esta forma, se devolvería un poco de vida a las instalaciones.
No obstante, no es fácil readaptar unas instalaciones de este tipo y que funcione. Un ejemplo muy cercano es el del centro comercial Dolce Vita de A Coruña, que se vio abocado al cierre tras la apertura de Marineda City, y que de momento no ha encontrado la manera de resurgir.
Desde luego O Inferniño es una zona ideal para que un centro comercial o un gran área de asociacionismo funcione. Habrá que ver si es así.