Los vecinos proponen un estacionamiento en dos alturas en terrenos del IGVS
02 may 2014 . Actualizado a las 13:20 h.Concello y vecinos tratan de paliar el déficit de aparcamiento que padece el recientemente inaugurado auditorio de Ferrol. Con 860 butacas, el gran contenedor cultural situado en Caranza dispone solo de 80 plazas para vehículos. Hace semanas el alcalde avanzaba que habría «novedades» próximamente a este respecto, y el estacionamiento alternativo comienza a tomar forma. José Manuel Rey Varela desvelaba en el debate de Foro Voz celebrado esta semana una de las posibilidades, la que tiene más opciones de materializarse: habilitar ese aparcamiento en una parcela del Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) frente al propio auditorio.
Esa es la propuesta planteada desde hace tiempo por la asociación de vecinos de Caranza, y en la que incidía en el debate María del Pilar Rodríguez Venancio, directiva de la entidad. Pide que esos terrenos sean cedidos por la Xunta para ese uso. Y construir en él un estacionamiento en altura, con bajo y primera planta al estilo del existente en el hipermercado en A Gándara y en otro supermercado del polígono. Estima que se podrían crear así unas 250 plazas más para coches, suficientes, defiende, junto a las ochenta ya existentes, para cubrir la demanda generada por los espectáculos que se programen en el auditorio. Mapi Rodríguez recuerda que esta propuesta se formuló desde el principio, tras comprobar con la puesta de la primera piedra que en el proyecto no estaba planificado un aparcamiento acorde. «Desde el 2005 la asociación de vecinos fue la más crítica con el diseño del auditorio. Nos dimos cuenta de que no tenía un aparcamiento subterráneo de la capacidad que necesitaba un auditorio de esta magnitud», relató. Ahora, confían en que esta alternativa como posible solución.
El alcalde confirmó las gestiones con el IGVS para conseguir la cesión. Y avanza que la Xunta está «muy receptiva» ante esta posibilidad. No obstante, el gobierno municipal tiene en mente únicamente «un aparcamiento en superficie». La parcela estaba destinada a usos residenciales y, de hecho, se planteaba la construcción de un edificio en ella. Sin embargo, el inmueble no se llegó a construir, y tras la crisis, han descendido aún más las expectativas.