«Acepto cualquier centolla como animal de compañía»

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL / LA VOZ

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«No suelo repetir en la misma sala, terminan cerrando todas después de mis actuaciones», confiesa Pablo Carbonell

07 mar 2014 . Actualizado a las 12:49 h.

Pablo Carbonell (Cádiz, 1962) llega esta mañana a Ferrol para actuar por la noche en la sala Súper 8 a las 22.30. En el cartel de su actuación no hay pistas de su espectáculo tal vez porque él mismo confirma que improvisará, aunque advierte: «Siempre satisfago a mi público».

-No tiene ni una pista de cómo será su actuación...

-No lo tengo nada claro, depende del público que venga a verme. Con los años me he convertido en un gran demagogo, que es una palabra que está muy de moda, y hago lo que sea para complacer a los que vengan. Si esta noche me encuentro con expectadores octogenarios, pues me arranco a boleros hasta que se cansen.

-Algo se esperará de conciertos anteriores en Galicia...

-No suelo repetir en la misma sala, teminan cerrando todas después de mis actuaciones...

-¿Cuál ha sido la última?

-No estoy autorizado a decirlo; es comprensible: a nadie le gusta que se divulgue que estás en la quiebra.

-Mañana se va a encontrar en Ferrol con Miguel Costas para poner en marcha un proyecto...

-Tampoco estoy autorizado a hablar de eso porque qué gana Costas con que se diga que el payaso número 1, o sea yo, se va a encontrar con él, el mayor rockero de España. Claramente él sale muy perjudicado. Si no fuera por Costas qué sería de la gente que siente el rock como una manera de exhibir el aturdimiento total de la cabeza.

-¿Aturdimiento?

-Sí, Costas y yo apelamos al aturdimiento de nuestro público básicamente con ruido y gritos. Vamos aturdiendo hasta que la gente se entrega y hasta puede llegar a desnudarse, en ese momento sacamos la red para pescar, para pillar cacho...

-¿Qué espera de Ferrol?

-Acepto cualquier centolla como animal de compañía.

-¿Quiere que le pregunte por sus próximos trabajos o casi no?

-Hablar de los proyectos consume mucha fuerza y yo tengo la suerte de haber pasado todos estos años sin tener un trabajo serio.