Hipotecó parte de la finca que vendió a un matrimonio con un chalé
15 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Luis A. L., titular de la sociedad Construcciones Tojeiro Armada, S. L.. ha sido condenado por estafa por un juzgado de lo Penal de Ferrol. El tribunal le impone ocho meses de prisión e inhabilitación especial, más la responsabilidad civil.
La sentencia indica que el 8 de septiembre del 2006, el acusado en su condición de administrador único de la mencionada empresa, suscribió un contrato privado de compraventa con el matrimonio formado por J. V. G. S. y su mujer. En virtud de este contrato, el empresario se obligaba a entregar en el plazo de 12 meses una vivienda unifamilar que en ese momento estaba edificando en el lugar de Lourido, del término municipal de Cariño.
A su vez, el comprador se obligaba a pagar por ella un precio de 150.000 euros. De esta cantidad, 3.000 euros ya habían sido abonados con anterioridad, 25.000 se entregaban en el acto de la firma, y los restantes 122.000 se abonarían en el momento de formalizar escritura pública de compraventa en el mes siguiente a la comunicación de la finalizaciónd e las obras. De todos modos, antes de esa fecha, el comprador adelantó al acusado otros 80.000 euros para colaborar en la financiación de la construcción que pagó el 3 de abril del 2007 y en dos plazos sucesivos más en el mes de agosto.
No obstante, y aquí esta la comisión del delito, según la jueza de Ferrol, después de terminar las obras, en lugar de entregar la vivienda al comprador, bajo el pretexto de un supuesto aumento del precio, derivado de mejoras que no fueron acreditadas, el 7 de junio del 2007, mediante escritura pública, constituyó una hipoteca sobre la finca a favor del Banco de Galicia para responder de un préstamo de 150.000 euros en concepto de principal, que el acusado hizo suyos, más 22.500 euros para costas y gastos. La hipoteca, que permanece en la actualidad según la sentencia, fue inscrita en el Registro de la Propiedad de Ortigueira.
Reintegrar
La sentencia, que no es firme y puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de A Coruña, fija también que el acusado deberá reintegrar al comprador de la finca la suma de las cantidades adelantadas de 108.000 euros, más los intereses acumulados. Al mismo tiempo le obliga al alzamiento de la hipoteca. El constructor es condenado también a indemnizar al matrimonio con seis mil euros en concepto de daños morales.
La jueza no se cree que la hipoteca se constituyera para terminar la obra, más bien cree que la utilizó para conseguir medios económicos para financiar otras obras, «acuciado por la necesidad» de otros proyectos que había acometido. Las explicaciones dadas por el acusado en el juicio le parecen a la jueza «un sinsentido».