Será este domingo, si no se producen imprevistos, cuando la F-104 zarpe del Arsenal de Ferrol hacia Rota para hacer la calificación operativa y salir luego al Índico para mandar la misión Atalanta contra la piratería entre el 6 de diciembre y el 6 de marzo. ¿Cuál es el escenario que se encontrará y cuáles serán sus funciones?
¿Cuál es la situación actual en el Índico?
Se ha producido un notable descenso de los ataques, aunque no han, ni mucho menos, desaparecido. Así, según la Oficina Marítima Internacional (IMB) el número de agresiones ha disminuido de los 199 casos registrados entre enero y septiembre del 2011 a 70 en el mismo período de este año. La cada vez más severa actuación de los efectivos de la operación Atalanta se encuentra detrás de esta bajada. También el hecho de que se embarque seguridad privada en muchos buques. Esas aguas, no obstante, continúan considerándose como extremadamente peligrosas para el tránsito de mercantes, buques con alimentos y también para la flota pesquera. En otras palabras, el riesgo no ha bajado.
¿Cuáles serán las funciones de la unidad?
Múltiples. El hecho de que sea el barco de mando implica que ha de enlazar las órdenes que se dan desde tierra con el resto de las unidades con las que trabaje en alta mar, así como coordinar la actuación de todas ellas. En este apartado, el área de comunicaciones jugará un papel determinante para la agilidad en la ejecución de las tareas. Al mismo tiempo, y como el resto de los buques desplazados dentro del despliegue militar, tendrá que realizar escoltas de mercantes con alimentos para Somalia e interceptar y abordar -de forma consentida o no consentida- cualquier esquife o embarcación sospechosa de piratería. Son habituales, además, los capítulos en los que barcos de la operación Atalanta tienen que ofrecer ayuda humanitaria a embarcaciones a la deriva que navegan por la zona, ya que son muchas las personas que intentan salir de la hambruna de Somalia vía marítima hacia otros países más prósperos del continente africano.
¿Se buscarán objetivos en tierra?
Sí. Fue este mismo ejercicio cuando la Unión Europea autorizó las intervenciones en tierra, algo que antes no estaba permitido. El objetivo es eliminar bases piratas y zonas de apoyo logístico para sus embarcaciones, como lugares de aprovisionamiento de combustible. Esto supone un paso adelante en la estrategia militar, aunque se dejó claro desde el principio que el objetivo no son las personas, sino los materiales. En este caso, la labor recae fundamentalmente en los medios aéreos embarcados dentro de los buques de Atalanta, que son los que pueden adentrarse en el territorio para detectar las mencionadas bases y también actuar sobre ellas.
¿Hay algún precedente ferrolano en el mando del operativo?
Sí. En dos ocasiones el buque de aprovisionamiento en combate (BAC) Patiño ejerció como unidad de mando de la operación Atalanta contra la piratería. La primera, no obstante, la avería de uno de sus dos motores obligó a que la misión se acortase en el tiempo para que fuese reparado en Ferrol.