Unos papeles en buenas manos

Ana de Antonio

FERROL

Diez personas con discapacidad intelectual participan en el taller de encuadernación que Apader ha consolidado en Cedeira; ahora diseñan marcos para el Día de la Madre

01 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los papeles de Cedeira están en buenas manos. Desde hace ahora diez años, Valentín Marcos, pedagogo y maestro de Educación Especial, dirige el taller de encuadernación que Apader (Asociación Pro Personas con Discapacidad Intelectual) desarrolla en un local de Cedeira.

Hasta allí acuden a diario diez personas con discapacidad intelectual. Con edades comprendidas entre 26 y 45 años, todos ellos, mañana y tarde, se empeñan por sacar adelante los trabajos que encargan vecinos y empresas. Restauran libros antiguos, elaboran carpetas, agendas, diarios, cajas y, por supuesto, todo tipo de encuadernaciones. En sus ratos libres, con los encargos ya realizados, se dedican a crear divertidos diseños para los productos que posteriormente ponen a la venta.

Marcos para las madres

Están en todo, y por eso han diseñado unos divertidos marcos de fotos con motivo del Día de la Madre, el próximo domingo. También suelen presentar sus trabajos en algunas ferias de artesanía y exposiciones.

Por todo ello, cada uno recibe una gratificación económica de 30 euros. Además, quien resulte ser el profesor del mes obtiene un dinero extra. «Esto les motiva mucho», explica Valentín Marcos.

Pero el verdadero objetivo de este taller es «entretener» y luchar para que los usuarios «mantengan vivas sus habilidades y refuercen su autonomía». Ellos mismos responden a las llamadas telefónicas y atienden al público, gestionan el dinero y se encargan de mantener la maquinaria a punto. Tareas todas ellas que les ayudan a socializarse, «aquí creamos una pequeña familia y aprenden a funcionar en equipo».

Pero no todo es trabajar. Un día a la semana lo dedican a la alfabetización. Para ello, repasan conceptos básicos, leen la prensa y comentan las noticias que les afectan.

Tras un merecido descanso, por la tarde retoman sus funciones. Al llegar la noche, ocho regresan al centro de Apader y dos vuelven con sus familias. Hasta el día siguiente, cuando de nuevo lucharán por sacar adelante su trabajo y se enorgullecerán de los retos conseguidos.