Aurora Vázquez Aneiros, historiadora Si Torrente Ballester viviese, el jueves estaría de cumpleaños, y cumpliría 92. Nació en el mes que, según los astrólogos, hace brotar a quienes nunca son lo que parecen ni parecen lo que son. Fue un 13 de junio, como recuerda Aurora Vázquez, autora del libro que analiza la relación con el cine de quien saltó a la fama como escritor ¿y no es un juego de palabras¿ gracias a la televisión. Pero ella no sólo habla del ganador del Premio Cervantes, del hombre que pudo tener el Nobel una vez. También cuenta cómo era el escritor cuando él y sus novelas parecían invisibles, cuando los días transcurrían despacio y don Gonzalo paseaba solo, bajo la lluvia, por la calle Real.
08 jun 2002 . Actualizado a las 07:00 h.Aurora Vázquez dedicó años de trabajo a investigar la relación de Torrente con un arte, la cinematografía, con el que el escritor no sólo tuvo vínculos profesionales. El novelista ferrolano fue autor del guión de varias de las películas de Nieves Conde, entre ellas Surcos , y títulos suyos como Los gozos y las sombras o Crónica del rey pasmado también llegaron a la pantalla. Pero mucho antes de que eso sucediera, Torrente ya sentía por el cine una auténtica pasión, que en algún momento de su vida lo llevó de sala en sala, un día tras otro, para contemplar una película distinta cada tarde. Él ya se había sentido atraído por el celuloide de niño, en aquel Ferrol de principios del siglo XX en el que las proyecciones, mudas, combatían el silencio con las notas de un pianista y las explicaciones de un relator. ¿De aquel «primer» Torrente, que quizás ni soñaba con la fama, es del que menos se ha hablado. ¿Sí. ¿Y es curioso. Porque guardar de él, como única imagen, la madurez y los homenajes... ¿¿Verlo sólo como un personaje famoso, quieres decir? ¿Claro. Hace que su imagen no acabe de vincularse del todo a la de la ciudad. En Salamanca uno siente la presencia de Unamuno. En Mondoñedo tienes la sensación de que Cunqueiro te escucha. Y en Ferrol, en cambio, Torrente... ¿¿Tienes la impresión de que ha estado olvidado? ¿¿La tiene usted? ¿Yo entiendo que hay que distinguir lo que sucede en cada momento. Hay una generación, la nuestra, que prácticamente no sabe quién es Torrente Ballester hasta que Los gozos y las sombras se proyectan en televisión. Pero antes no sucedía lo mismo. ¿¿No? ¿No. Incluso cuando no era famoso como escritor, Torrente en Ferrol era muy conocido. El olvido viene después, con su ausencia. A mí, por ejemplo, mi padre siempre me contaba que había tenido un profesor en el instituto que se llamaba Gonzalo Torrente Ballester. Se acordaba continuamente de él. Y cuando yo me he puesto a investigar, y he hablado con muchas personas mayores, todas me decían que sí, que lo conocían. Ten en cuenta, también, que él marchó de Ferrol muy pronto, pero mientras estuvo aquí fue un hombre muy integrado en la vida de la ciudad. Participaba mucho en los actos del Casino. Y hay gente de esa época que todavía recuerda a don Gonzalo comprando el periódico en un kiosko precioso que había en la plaza del Carmen, tomando café en el Suízo o en la Ibense, o paseando por la calle Real, camino de su casa de la calle Gravina. Lo que sucede después, cuando se va, es otra cosa. Pero hay que tener en cuenta que Torrente nace aquí. Que crece aquí. Que trabaja aquí. ¡Que es de Ferrol! ¿¿Que recepción tuvieron en la ciudad sus primeros libros? ¿Hombre, no creo que por aquellos años vendiese muchos. Pero que la gente no compre un libro no quiere decir que no sepa que se ha escrito, ni que no valore el trabajo y la publicación. Y los primeros libros de Torrente ya se veían en la ciudad. A mí me consta que estaban expuestos en los escaparates de las librerías de la calle Real. Pero a él, en Ferrol, se le comienza a reconocer como autor, realmente, tras la publicación de La saga/fuga de J.B . Aunque la popularidad le llega aún más tarde, de la mano de la todopoderosa televisión. ¿Y dígame, ¿él percibió que la ciudad, tras su marcha, lo había olvidado? ¿Decía que nadie es profeta en su tierra, así que... Mira, yo estoy segura de que el olvido le hacía daño. Aunque esa situación se corrigió en sus últimos años, cuando todas sus visitas provocaban un recibimiento multitudinario en Ferrol. ¿Ferrol, que tanto marcó su obra. ¿Tanto. Hasta en la Saga/fuga hay nombres como Magalofes o Barallobre. Sin embargo, una vez le pregunté si el Carlos Deza de Los gozos y las sombras y me aseguró que de eso, nada. Me dijo que Carlos Deza era un hombre dubitativo. Un ser complicado. Y que los ferrolanos somos otra cosa... ¿ríe Aurora. ¿¿Qué? ¿¡Retorcidos, que somos retorcidos...! ¿ríe Aurora de nuevo¿ Pero Ferrol lo era todo para él. Ferrol, y el teatro donde fue feliz. Torrente amaba al Jofre.