Alpine en España
En 1963 arrancará la construcción del modelo A-108 en España bajo licencia Renault al abrigo de la filial vallisoletana FASA, más tarde denominada FASA-Renault. Una empresa fundada en 1951 con licencia para la construcción de vehículos Renault 4/4. Diez años después y paralelamente a la construcción de vehículos utilitarios, arranca de manera artesanal la producción de los Alpine, en concreto la versión A-108.
A diferencia de los autos construidos en Francia, en nuestro país solo se utilizaron dos propulsores para el A-108, y tres para su sustituto, el A-110 construido a partir de 1967. La sintonía de la filial española con Renault Dieppe era muy cordial, sin embargo los diferentes aranceles y bloqueos a la exportación por parte del Instituto Nacional de Industria hizo que a España solo llegasen las versiones menos potenciadas. De ahí que los ingenieros de FASA tuviesen que echar mano a su ingenio y talento para mejorar estos propulsores y poder ofrecer un producto a la altura de los franceses. Unas diferencias traducidas en mejoras tanto de motor como de carrocería que algunas versiones superaron la treintena de cambios respecto a sus homónimos franceses.
Con el A-110, frente a las 13 motorizaciones con que contaba el producto de Dieppe, en España solo se producirán tres propulsores, y uno, el 1.4, será solo fabricado en España en su último año de producción. De las tres cilindradas del A-110 (1.100, 1.300 y la 1.400 centímetros cúbicos) se produjeron un total 1.566 unidades. Si añadimos las del primer modelo, el A-108 en sus dos variantes, habría que sumar 338 unidades más. Todas ellas salidas de la fábrica vallisoletana de FASA-Renault hasta que finalizó la construcción de los Alpine en 1978, un año después del cese de la factoría francesa.
A-110, INCONFUNDIBLE
La versión española del reportaje corresponde a la cilindrada intermedia producida entre 1971 y 1977. Con solo 908 unidades producidas presenta el color más característico, para muchos, de los Alpine, el azul Francia. Esta unidad, construida en 1974, presenta un estado excelente y completamente original, un valor que puede resultar difícil de encontrar debido a que en los 80 y 90 las unidades supervivientes sufrían infinidad de personalizaciones y transformaciones, muchas veces sin base técnica, lo que distorsionaba su originalidad.
Esta unidad, integrada dentro de los fondos de la Fundación Jorge Jove, tendrá su protagonismo histórico en el futuro museo MAHI de Galicia, un concepto expositivo vanguardista donde la historia del automóvil estará presente de una manera accesible y didáctica. Un nuevo proyecto que será una realidad muy pronto.