Deportivo y Celta cuentan entre sus filas con jugadores que apuntan alto por sus características y su técnica a pesar de su juventud. Son los protagonistas del futuro y en ellos están puestos todos los ojos y muchas esperanzas .Actualmente en el caso del club blanquiazul Javier Fernández Abuñedo Bicho (Sada, 1996) es el buque insignia de su cantera. Este zurdo que actúa como mediapunta llamó la atención de Fernando Vázquez por su talento y desparpajo, pero su falta de continuidad en los planes del primer equipo, con el que ha llegado a disputar 300 minutos entre Liga y Copa, le han llevado a cambiar de aires el pasado julio y marcharse cedido por dos temporadas al Barcelona B. En el acuerdo, sobre el que los clubes firmaron un pacto de confidencialidad, la entidad azulgrana se reserva una opción de compra con lo que el Deportivo se asegura unos ingresos económicos por Bicho, tanto si los técnicos lo consideran apto en el futuro para el primer equipo como si no lo alinean.
En la cantera celeste también existe una generación que llega pisando fuerte. El Celta se vio obligado a mirar hacia las categorías inferiores cuando tras saborear las mieles europeas, el club se encontró de frente con una situación delicada. Fruto de ese trabajo han surgido jugadores como Yelko Pino (Vigo, 1996). El desborde y calidad que posee para encarar a los rivales, junto con la clarividencia para el último pase le han llevado a aparecer una y otra vez en las listas de las selecciones de base. Berizzo decidió premiarlo a él y a otros seis canteranos antes del inicio de Liga y se los llevó a Marbella para realizar la pretemporada con el primer equipo.