Un alcalde, grabado mientras insultaba a gritos a una empleada municipal: «¡Eres retrasada mental, la vergüenza de tu familia, te vas a ir a la puta calle!»

LA VOZ REDACCIÓN

ESPAÑA

El alcalde de Fontanar, Víctor San Vidal
El alcalde de Fontanar, Víctor San Vidal YOUTUBE / EUROPA PRESS

La Fiscalía de Castilla-La Mancha ha abierto diligencias de investigación contra Víctor San Vidal, de Fontanar (Guadalajara), por un presunto delito de acoso laboral y trato vejatorio. Ha pedido disculpas y afirma que le han dado una «baja laboral» por «estrés acumulado»

07 mar 2024 . Actualizado a las 18:57 h.

El alcalde de Fontanar, en la provincia de Guadalajara, Víctor San Vidal, ha sido pillado y grabado en vídeo insultando a gritos a una trabajadora municipal de la Casa de la Juventud de la localidad. Entre otras cosas, la tilda de «retrasada mental» y la amenaza, diciéndole que se va a ir «a la puta calle». El regidor, al que la Fiscalía de Castilla-La Mancha ya le ha abierto diligencias de investigación por un presunto acoso laboral y trato vejatorio, ha confesado que él es el protagonista de la grabación, ha pedido perdón y ha asegurado que los servicios médicos le han concedido una baja laboral por «estrés acumulado».

El vídeo, al que han tenido acceso varios medios de comunicación, no muestra la imagen del alcalde, ya que está grabado a cierta distancia desde otra habitación de la Casa de la Juventud. Pero los gritos permiten escuchar perfectamente la voz del alcalde lanzando improperios contra la trabajadora. Según se intuye, la funcionaria le estaba contando algo al regidor, pero al parecer el relato no le convencía. «¡Pero que me lo cuentes por partes¡ ¡Qué me estás contando lo de por la mañana, lo de por la tarde!», dice a viva voz, desgañitándose y en tono despreciativo San Vidal. Es ahí cuando empieza a enlazar insultos y amenazas hacia su continuidad laboral: «¡Subnormal! ¡Que eres retrasada mental! ¡Eres tonta! ¡Que te estás cargando con tu sustento! (sic) ¡Te vas a ir a la puta calle! ¡Eres la vergüenza de tu familia! ¡La puta vergüenza!», dice, vociferando, el regidor.

Tras darse a conocer en los medios de comunicación, y ante la claridad vejatoria del comportamiento del alcalde, la Fiscalía de Castilla-La Mancha no tardó mucho en reaccionar, y decidió abrir diligencias de investigación contra un presunto delito de acoso laboral y de trato degradante. En un comunicado, entiende que esas conductas, «que al parecer son reiteradas, son absolutamente rechazables en una sociedad democrática, en la que el respeto y la igualdad son esenciales para la convivencia, más tratándose de un funcionario público respecto de una trabajadora».

Varios grupos municipales reaccionaron también inmediatamente tras la difusión del vídeo. Tanto el PP como el PSOE pidieron un pleno extraordinario para aclarar los hechos, mientras que Unidas Podemos solicitó una comisión de investigación. Los tres, en cualquier caso, acabaron uniéndose en un comunicado conjunto en el que pedían la dimisión del alcalde, ante lo que consideran hechos «repugnantes» e «inasumibles».

El propio alcalde ha acabado confesando que, efectivamente, él es el protagonista de la grabación y que se arrepiente «profunda y sinceramente» de los improperios vertidos contra la trabajadora municipal, a la que pidió perdón «inmediatamente». También ha asegurado que los servicios de salud mental le han dado «una baja médica» por «estrés continuado», así como el tratamiento correspondiente «para superarlo».

Esa es la justificación que usa San Vidal para explicar sus indefendibles actos. Lo que sucedió fue absolutamente excepcional y responde «a una lamentable situación de estrés acumulado y extrema tensión nerviosa que llevo arrastrando desde hace algún tiempo». Además de a su propia labor y responsabilidad como alcalde, también dispara hacia los medios de comunicación y hacia los jueces para explicar su comportamiento. «Una situación de persecución mediática y judicial de la que todavía me defiendo, y que me hizo explotar en el momento más insospechado», expresó.

Se refiere Víctor San Miguel a un proceso judicial en el que está inmerso desde el 2022 por un presunto delito de prevaricación y delito de malversación de caudales públicos por adjudicar una obra a la madre de un amigo íntimo, que había creado una empresa pantalla para la ocasión. El alcalde fue finalmente absuelto basándose en la presunción de inocencia, al entender que no había intención por su parte de dictar una resolución injusta. En las últimas elecciones municipales, donde volvió a concurrir como candidato, ganó de nuevo por mayoría absoluta.