
La proximidad de las andaluzas frena avances en la renovación del CGPJ
14 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Las dos últimas semanas no han contribuido a un avance en las relaciones que mantienen el PSOE y el PP. En Génova no ocultaron su decepción por el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y EH Bildu que permitió al Ejecutivo salvar su decreto anticrisis a cambio de abrir las puertas a los aberzales a la comisión de secretos oficiales. Los populares denuncian que el pacto con la formación de Otegi estaba ya cerrado desde que Batet accedió a modificar el reglamento del Congreso para allanar el acceso de Bildu a la sala donde se desvelan las informaciones que puedan entrañar riesgo para la seguridad del país, y que por tanto las llamadas a última hora entre Ferraz y Génova explorando un apoyo fueron solo cosméticas.
La situación entre los dos partidos mayoritarios se siguió tensando esta semana, siempre con Pegasus como telón de fondo. En la última sesión de control, Pedro Sánchez recurrió a la Kitchen y calificó de «mangantes» a los representantes del PP. Alberto Núñez Feijoo respondió desde Santiago contextualizando estos ataques con que Sánchez «es una caricatura de presidente» que se está viendo «superado por los acontecimientos».
Los cruces de declaraciones continuaron en los siguientes niveles dentro de cada organización, con la socialista Adriana Lastra lamentando que el nuevo PP «tiene las mismas formas que el de Casado», o con la secretaria general de los populares, Cuca Gamarra, advirtiendo que España está pagando un precio muy elevado por la «supervivencia» de Sánchez en La Moncloa.