Los intentos del Gobierno para desactivar la crisis con sus aliados parlamentarios no están dando frutos. El desencuentro llega justo en la antesala de que este jueves se vote en el Congreso la convalidación del llamado decreto anticrisis, y aunque todavía la ven lejana, en el Ejecutivo empiezan a barruntar la posibilidad de fracasar a la hora de tejer la mayoría. El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, puso ayer en duda el apoyo de su grupo. «El único idioma que entiende el PSOE es tumbarle la agenda legislativa. ¿Esto puede llegar a ser lesivo para ERC? Sí, lo es», afirmó, para detallar a continuación que «más lesivo es en democracia espiar a la gente que no te gusta».
Unidas Podemos, ERC, EH Bildu, Junts, PDECat, la CUP, Más País, Compromís y el BNG suscribieron una declaración para denunciar «un escándalo que ataca directamente la democracia» y reclamar la creación de una comisión de investigación, desdeñando las explicaciones que el Gobierno pretende ofrecer en la comisión de secretos oficiales. Los firmantes, entre los que se encuentra Podemos, socio de coalición en el Ejecutivo, señalan directamente a la ministra que se ha visto implicada en más enfrentamientos con la formación morada esta legislatura: «Los indicios apuntan a la implicación del CNI bajo el control, desde que Margarita Robles asumiera el cargo, del Ministerio de Defensa», recoge el comunicado. Oriol Junqueras, líder de ERC, demandó directamente dimisiones: «El Gobierno debe adoptar medidas para recuperar la confianza. Y seguro que la asunción de responsabilidades incluye dimisiones y ceses», afirmó.