Instituida porCarlos III en 1771 con el fin de condecorar a individuos beneméritos, «el lema del que la dotó su fundador desde su creación, Virtuti et merito, es el mejor indicativo de la finalidad de la Orden, pues serían las virtudes personales y el mérito alcanzado en el servicio a la Corona las prendas personales que debían acompañar a quienes fueran agraciados con tan Distinguida Orden», explica el texto publicado ayer en el BOE.
Consta de cinco grados -Collar, Gran Cruz, Encomienda de Número, Encomienda y Cruz- y, en este caso, el Gobierno ha premiado a los exministros como culminación de sus relevantes servicios al Estado.