El anterior jefe del Estado Mayor de la Defensa, general Fernando Alejandre, reconoció en el Congreso que en el 2019 debíamos ver la subida de retribuciones. Pero esta previsión nunca se consumó.
Atados también por la prórroga de los Presupuestos del 2018, los colectivos AUME, ASFASPRO (suboficiales), ATME (tropa y marinería) y UMT enviaron el 4 de agosto una carta a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, pidiéndole un primer paso en la elaboración de las cuentas: una partida de unos 200 millones (una décima parte del contrato firmado el martes con San Bárbara para fabricar vehículos blindados, por ejemplo) para mejoras salariales, que de forma progresiva irían aumentando en otros ejercicios. Además de eliminar la disminución retributiva en la situación de reserva, se pretende un aumento de 100 euros al mes para todos los militares en activo y en reserva. No obstante, la falta de un «diálogo sincero» con el ministerio y el inmovilismo de Robles ha llevado a las asociaciones a mantener la manifestación convocada para el 19 de septiembre en Madrid.