Dos militares mueren en Murcia al apagarse el motor de su avioneta tras el despegue

Manuel Costoya
M. C. Cereijo REDACCIÓN | LA VOZ

ESPAÑA

Instalaciones de la Academia General del Aire, ubicada en Murcia, en una imagen de archivo.
Instalaciones de la Academia General del Aire, ubicada en Murcia, en una imagen de archivo. EUROPA PRESS

Es el segundo accidente en las últimas tres semanas de un aparato del Ejército del Aire

27 feb 2020 . Actualizado a las 17:03 h.

Nueva tragedia aérea de un avión militar en las últimas tres semanas y de nuevo ocurrida en la región de Murcia. Un aparato militar se desplomó en el mediodía de ayer en aguas de La Manga del Mar Menor provocando la muerte de sus dos ocupantes, el comandante Daniel Melero, de 50 años, y la alférez Rosa María Almirón, de 20.

El avión había despegado minutos antes de una base militar próxima. El comandante y la alférez, alumna de tercer curso, realizaban prácticas en una avioneta Tamiz perteneciente a la Academia General del Aire utilizada para la enseñanza inicial del pilotaje. Era la tercera vez que iniciaban el despegue, en unos ejercicios que tenían como objetivo el perfeccionamiento de esta técnica y la del aterrizaje. El aparato había sido revisado esa misma mañana, según explicó la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles.

El Tamiz abandonó la pista sin problemas, pero cuando apenas habían pasado unos minutos de vuelo, el comandante Melero informó a la torre de control de una parada en el único motor del aparato. Iniciaban una maniobra de emergencia e iban a intentar amerizar. Era la única opción, porque el avión no dispone de sistema de eyección de asientos y además, a la altura que volaban, sus dos ocupantes no tenían posibilidad de saltar en paracaídas.

Testigos presenciales vieron como el aparato se desplomaba a gran velocidad a la altura del Club Náutico Santiago de la Ribera, en el municipio murciano de San Javier. «Se estrelló recto hacia el mar y se empotró contra el agua», sin realizar ningún tipo de maniobra de evasión relataba uno de ellos a Colpisa. El avión cayó entre los barcos fondeados. Tras un impacto brutal, solo sobresalía la cola de la estructura, ya que el agua apenas alcanza los dos metros de profundidad en la zona. Dos horas después del siniestro, los servicios de emergencia desplazados hasta el lugar del accidente lograron rescatar los cuerpos de los militares de la aeronave.

Todavía sin aclarar

Este es el segundo accidente que sufren integrantes de la Academia General del Aire en menos de un mes. El pasado 26 de agosto murió el comandante del Ejército Francisco Marín Núñez, al precipitarse al Mediterráneo el avión C-101 que pilotaba. La nave cayó a cien metros de la costa de La Manga del Mar Menor. La investigación oficial sobre este siniestro no ha concluido, pero todo apunta a que la presencia de nubes pudo influir en que el piloto se desorientara, según fuentes militares. Instantes antes de estrellarse, el comandante intentó rectificar la trayectoria del avión, pero no logró evitar que chocase contra el mar.

«La moral está alta, pero con mucho dolor y sufrimiento», comentó la ministra de Defensa en funciones Margarita Robles recordando a estos tres militares fallecidos en Murcia y también los daños causados por las inundaciones en esta región.

Más de 40 aeronaves destinadas al aprendizaje de los pilotos

La avioneta accidentada es un modelo Enaer T-35C Pillán, designado por el Ejército del Aire con la clave E-26 Tamiz. Su misión es la enseñanza de los alumnos de la Academia General del Aire (AGA). De diseño chileno, está fabricada en España por la empresa Construcciones Aeronáuticas (CASA) bajo licencia de Embraer.

En 1985, el Ejército del Aire adquirió 41 aparatos para la instrucción elemental de sus pilotos. Entraron en servicio en 1987 y está previsto darlos de baja a finales de la próxima década. Es una de los primeros aviones a los que suben los aspirantes a pilotos del Ejército del Aire, como lo hizo la alférez Rosa María Almirón. Se trata de un aparato de gran maniobrabilidad, con características muy diferentes al reactor C-101, en el que se estrelló el comandante Francisco Marín.

MINISTERIO DE DEFENSA

Las víctimas: Un instructor gaditano de 50 años y una alumna cordobesa de 20

Tres militares fallecidos en accidentes aéreos en La Manga del Mar Menor en apenas tres semanas. Este es el balance del trágico verano para la Academia General del Aire. Los dos últimos muertos son el comandante Daniel Melero. Tenía 50 años y era natural de Cádiz. Se trataba de un monitor de vuelo de acreditada experiencia, según el Ministerio de Defensa. La segunda muerta en este accidente era su alumna, la alférez Rosa María Almirón. Tenía 20 años y era natural de la localidad cordobesa de Lucena.

Desde 1980 más de un centenar de militares han perecido en accidentes aéreos en el Ejército. El más trágico se produjo el 28 de febrero de 1984 cuando un avión Hércules de las fuerzas aéreas norteamericanas que participaba en una maniobras conjuntas con el Ejército español se estrelló en Borja (Zaragoza).