Casado vuelve a la carga con «la casa común» de la derecha

m. e. alonso MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Casado aseguró ayer en Benidorm (Alicante) que Pedro Sánchez «no quiere llegar a ningún acuerdo de moderación» porque «no es un moderado, es un radical»
Casado aseguró ayer en Benidorm (Alicante) que Pedro Sánchez «no quiere llegar a ningún acuerdo de moderación» porque «no es un moderado, es un radical» Manuel Lorenzo | EFE

Insiste en la necesidad de evitar la división del voto, pero Rivera entiende que esa unión solo beneficia al PSOE

09 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Si finalmente no hay acuerdo para una investidura de Pedro Sánchez, PP y Ciudadanos volverán a rivalizar en las urnas por el liderazgo de la derecha, una batalla que Albert Rivera parece decidido a librar aunque Pablo Casado siga tentándole con una gran alianza previa a la cita electoral. «Si nosotros queremos unir España tenemos que unirnos», insistió este domingo en Benidorm el presidente de los populares. Casado volvió a tender la mano a Cs y Vox para cohabitar en la «casa común del centro y de la derecha» en unos nuevos comicios que desbloqueen la situación y pongan fecha de caducidad a la interinidad que atraviesa el país desde el 2015. «Tendremos que apelar a que los españoles unan en las urnas -remarcó- lo que los políticos de forma irresponsable no quieran unir en el logo de la papeleta».

La fragmentación del electorado conservador en las elecciones generales del 28 de abril, sobre todo en las 28 provincias que reparten hasta cinco diputados, fue letal para las aspiraciones del sucesor de Mariano Rajoy, que vio cómo el PP pasaba de 137 a 66 escaños en el Congreso, y cómo el PSOE pasaba a ser el partido con mayoría absoluta en el Senado. Fue el peor resultado en toda la historia del partido.

Ante la probable repetición de elecciones el 10 de noviembre, Casado centra su estrategia en trasladar al electorado la importancia de unir el voto para que la fragmentación no reste opciones a la derecha. Bajo esa premisa, los populares llevan todo el verano tentando a Rivera, y también a Vox aunque con menos intensidad, con una coalición para concurrir al Congreso bajo el paraguas de España Suma. Pero por ahora, ni Ciudadanos ni Vox han aceptado integrarse en España Suma. «España suma, pero la corrupción resta», atizó Rivera a su socio preferente nada más aterrizar de las vacaciones para sacudirse la presión del PP y para desgastar a los de Casado después de la imputación de Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes en el caso Púnica.

El líder liberal marcó perfil propio contra el PP y cerró la puerta a la fórmula que propone Casado porque, en su opinión, sería un «error» que solo beneficiaría al líder del PSOE. «Sánchez está salivando por que haya [España Suma] y los ciudadanos no puedan elegir», justificó. En Vox, tampoco ha cuajado la propuesta. «No caemos en las trampas de operaciones de propaganda», afirmó Abascal.