Muere un británico en Magaluf por hacer «balconing» desde un segundo piso

M. C. C. LA VOZ

ESPAÑA

Un aficionado inglés, en una terraza de Magaluf durante la final de la Liga de Campeones que ganó el Liverpool
Un aficionado inglés, en una terraza de Magaluf durante la final de la Liga de Campeones que ganó el Liverpool Cati Cladera | Efe

Otros tres turistas han resultado heridos en la última semana en circunstancias similares en el municipio mallorquín, que la prensa británica califica de «zona de guerra»

08 jul 2019 . Actualizado a las 12:46 h.

Magaluf se ha convertido en la meca del turismo etílico para británicos. Este controvertido galardón, también muy rentable para la hostelería, ha llevado a este municipio mallorquín a transformarse en una especie de «zona de guerra», según la prensa británica. Vuelos baratos desde las islas para beber alcohol hasta la extenuación, el preámbulo que deriva en situaciones límite. Una de ellas es el «balconing», una práctica habitual en este municipio, y que consiste en jugarse la vida saltando desde balcones, generalmente a las piscinas de los hoteles.

Todo apunta a que eso es lo que intentó hacer el joven británico fallecido la pasada madrugada que se precipitó desde el segundo piso del hotel en donde estaba alojado. Es la primera muerte que se registra este año en Magaluf por esta práctica, en una semana en la que ya se han producido casos semejantes, pero sin ser tan extremos. Otros tres turistas resultaron heridos en circunstancias similares, ya que el pasado viernes un ciudadano sueco de 18 años resultó con lesiones muy graves tras precipitarse desde unos tres metros en un complejo de apartamentos de Magaluf, en un suceso que los investigadores creen que pudo ser accidental. 

Este miércoles otro joven de 19 años quedó herido leve tras precipitarse desde 7 metros en otro complejo turístico de la misma zona, también por accidente, y el jueves un alemán de 35 años se hirió de gravedad al precipitarse desde un segundo piso en Playa de Palma, en este municipio.

La rutina de todos los años 

Las muertes relacionadas con esta práctica no son nuevas. Solo en el pasado verano, siete jóvenes perecieron en este municipio mallorquín haciendo«balconing». Sus suicidas practicantes, además de jugarse la vida, se enfrentan a fuertes multas de hasta seiscientos euros. Eso sí, si sobreviven.