Torra rectifica y ya no descarta una reunión con Sánchez

cristian reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

Toni Albir | efe

El Ejecutivo catalán se abre a que se celebre el encuentro si la Moncloa fija un contenido político

14 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de días de alta tensión política, con continuos cruces de advertencias entre la Moncloa y el Palau de la Generalitat, ambas partes rebajaron ayer el tono y se mostraron dispuestas a dar una oportunidad al diálogo. Mientras la ministra Meritxell Batet reconoció que el artículo 155 no resuelve el problema catalán, sino que hace falta más política, el Ejecutivo catalán abrió la puerta a que Pedro Sánchez y Quim Torra puedan celebrar un encuentro en Barcelona el día 21 aprovechando la celebración del Consejo de Ministros en esa ciudad.

Hasta la fecha, la Generalitat exigía que la reunión tuviera el formato de cumbre de Gobierno a Gobierno, como si fueran dos Estados, una fórmula a la que la Moncloa se negó de manera rotunda. El rechazo del Gobierno y el empecinamiento de Torra para que en la reunión participaran los ministros y los consejeros puso en peligro la cita. La consejera de la Presidencia, Elsa Artadi, en cambio, no descartó ayer que puedan verse solo los dos presidentes, siempre y cuando la Moncloa acceda a dar al encuentro un contenido político y vaya más allá de una reunión protocolaria o de cortesía con la foto del apretón de manos y poco más. Queremos saber «cuál es el contenido de la reunión» y si se tratarán «temas políticos», afirmó Artadi.

Sin propuesta formal

El Gobierno central ha asegurado en las últimas semanas que la reunión se produciría, pues así lo acordaron Sánchez y Torra en su primer encuentro el 9 de julio pasado en la Moncloa. Artadi, en cualquier caso, aseguró ayer que la Generalitat no ha recibido ninguna «propuesta formal» de reunión. «Ni del encuentro en sí ni mucho menos sobre el contenido. Por lo tanto, no podemos responder a una invitación que no existe», aseguró.

Torra insistió el miércoles pasado en que la cita debe servir para negociar sobre los presos y sobre el derecho de autodeterminación. Artadi, por contra, evitó los maximalismos y habló de forma más genérica sobre la necesidad de abordar cuestiones «políticas» y buscar «caminos de negociación» para solucionar la cuestión catalana. Un tono mucho más bajo que los días anteriores, en los que el Gobierno central endureció su discurso contra los independentistas, acusándolos de dejación de funciones en el caso de los Mossos, con la amenaza del presidente de una respuesta «contundente» del Estado si se sale de la legalidad.