El segundo candidato que vista Galicia
26 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Es el segundo candidato que visita Galicia después de que el pasado fin de semana lo hiciera Pablo Casado. José Manuel García -Margallo estuvo ayer en A Coruña, Santiago y Ourense en su particular cruzada contra los elementos, lo que él mismo ha calificado como grandes desventajas frente a sus competidores. Como ha reconocido, no tiene el poder orgánico, ni el territorial y, a punto de cumplir 74 años, tampoco es la apuesta de Nuevas Generaciones para la regeneración del PP.
Primero en saltar al ruedo, Margallo se pasea ahora por las comunidades izando la bandera de la necesaria confrontación de ideas, su gran baza en una carrera que se antoja muy complicada para sus aspiraciones. En su parada gallega, el ex ministro volvió a ser muy crítico con un sistema que limita los debates. «Es mejor partirse la cara que un PP partido», ironizó ayer. Muy enfrentado a Soraya Sáez de Santamaría, con la que tuvo profundas desavenencias por la estrategia en Cataluña, el veterano aspirante consideró indispensable que la militancia conozca en profundidad los programas de todos los candidatos para poder votar.
En el proceso de renovación de liderazgo del PP, el candidato de ideología democristiana defiende que sean los militantes los que tengan «la última palabra». Y ello a pesar de que el sistema de segunda vuelta abre la posibilidad de que pasen los dos aspirantes más votados, y el presidente del partido sea finalmente elegido por los compromisarios en el congreso. Margallo se mostró convencido de que se haría «un mal servicio» al partido «si el concilio de notables anulase el voto de la militancia», dijo. La visita de Margallo a Galicia sí sirvió para que el exministro y Feijoo se profesasen simpatía y afecto mutuo. La candidatura del veterano político, que siempre creyó en el político gallego, había sido vista de inicio como una forma de allanar el camino de Feijoo a la presidencia del PP.
Margallo se mostró convencido de que el líder gallego mantendrá la neutralidad prometida. «Las palabras de Feijoo son como las Divinas Palabras de Valle-Inclán y una imagen con el presidente de la Xunta tiene efectos cuasi milagrosos», ironizó Margallo. Tampoco ahorró en elogios el político gallego, que calificó al candidato como un referente político en España y en Europa. «Siempre es un honor recibir a una persona que no viene a aprender, sino que nos puede enseñar», dijo Feijoo en presencia del aspirante a presidir el PP.