Órdagos

Tino Novoa EN LA FRONTERA

ESPAÑA

06 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Iglesias sorprendió cuando dijo aquello de que lo de izquierdas y derechas era cosa del pasado. Ahora veta a Ciudadanos por ser de derechas. También dijo que jamás sería vicepresidente de un Gobierno de Pedro Sánchez. Ahora lo pone como condición inexcusable. El problema no son las contradicciones, algo consustancial al ser humano. ¿Quién no las tiene? El problema es que su mensaje es adaptativo y tan efímero como el momento, puro oportunismo. Responde a una estrategia, no a un programa. Busca un objetivo, superar al PSOE, no atender los problemas de la sociedad. Eso explica su atrincheramiento en una posición innegociable, propia de un partido de oposición, no de uno que aspira a gobernar. El ultimátum a Sánchez para que elija entre Ciudadanos antes incluso de hablar es solo el último de una sucesión de órdagos en que Podemos ha convertido el supuesto proceso negociador. Pura fachada que esconde su verdadera intención: o todo o nada, o lo que quieren o elecciones. Pero eso ni es negociar ni contribuye al cambio ni es, por supuesto, lo que conviene a España. Solo a ellos. La cuadratura del círculo se complica y el sueño se le esfuma a Sánchez.