Málaga: Kandinsky y Frida Kahlo tumbados al sol

Mariluz Ferreiro MÁLAGA / ENVIADA ESPECIAL

ESPAÑA

Mariluz Ferreiro

La capital de la Costa del Sol se reinventa. La próxima semana estrenará una filial del Pompidou y una sucursal del Museo Ruso de San Petersburgo, y hasta Harvard apuesta por su parque tecnológico

21 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los turistas se paran ante un cartel. Anuncia la inauguración del Museo Pompidou. Se miran: «¿Pompidou?». Están en Málaga. Pero la pareja de alemanes ha entendido bien. El 28 de marzo se abrirá, por primera vez fuera de Francia, una sucursal del Centro Pompidou. Y el 25 se estrenará la única filial europea del Museo Ruso de San Petersburgo. Al omnipresente Picasso le sobran amigos con los que jugar. Más allá, el Parque Tecnológico de Andalucía alumbra sus propios diseños y milagros. Málaga intenta reinventarse más allá del sol y del ladrillo.

El Ayuntamiento, gobernado por el PP, presume de tener más de treinta museos y centros de exposición e interpretación en una ciudad de 568.479 habitantes. Antes ya presumía del Picasso, el Carmen Thyssen y el Centro de Arte Contemporáneo. Ahora los obreros se afanan en dar los últimos toques a la sede del Pompidou, en Muelle Uno, una zona comercial del puerto. El símbolo es un edificio en forma de cubo de cristal que inyectará luz a dos plantas inferiores. Lo están vistiendo con placas de colores. Dos operarios van subiendo una verde. Pero empieza a llover. Dentro esperan obras de autores como Picasso, Bacon, Frida Kahlo y Magritte.

En las tiendas cercanas están encantados porque creen que «llegarán muchos más visitantes». Cerca, un joven hace estiramientos. «Puede parecer un derroche, pero es mejor que inviertan fondos públicos en cultura y que no subvencionen tonterías como el fútbol o los toros», dice Alfonso Barragán. De Linares (Jaén), estudia Finanzas y Contabilidad en Málaga. «Al menos el museo está bien ubicado, porque aquí paran los cruceros», añade.

La ubicación del Museo Ruso no la tienen clara ni los que se mueven en su entorno. «¿El Ruso? Ni idea», confiesa un conductor de autobuses. La sede estaba al lado. En el edificio de Tabacalera. Un guardia de seguridad vigila tras la puerta de cristal. La exposición permanente se compone de unas cien pinturas rusas. Repin, Kandinsky, Chagall... María Martín, ama de casa de 40 años, no se perderá la inauguración. «Pero que no gasten mucho», recomienda.

La obra del Pompidou tuvo su sobrecoste. La factura quedó en 6,7 millones. Mantener los dos museos costará anualmente entre 7 y 8. ¿Un dispendio? Depende de la comparación. Galicia ha invertido 600 millones de euros en el Gaiás, puro cascarón.

El Gaiás podría ser objeto de estudio en el Parque Tecnológico de Andalucía, donde afloran los emprendedores. Ha sido el vivero de algún milagro empresarial más típico de Boston o de Palo Alto. Dicen que no es casualidad que la Universidad de Harvard elija Málaga como base de operaciones para su primera misión en Europa. Podrá asesorar a más de 600 empresas.

El diario Sur publicó recientemente un artículo en el que gurús de la comunicación analizaban la marca Málaga, señalando que le faltaba una identidad. Puede ser la cultura. Puede ser la ciencia.