Un refugio de capitales y empresas opacas

La Voz

ESPAÑA

Para la Hacienda española, Gibraltar es una pesadilla por lo que supone de agujero para las arcas públicas

17 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

En los 310 años que lleva fuera del control de España después desde el histórico tratado de Utrecht, Gibraltar nunca ha dejado de se una piedra incómoda dentro del zapato español.

Para la Hacienda española, Gibraltar es una pesadilla por lo que supone de agujero para las arcas públicas. En una espacio físico que no llega a los siete kilómetros cuadrados acoge a unas 50.000 empresas, según datos oficiosos, aunque un informe de la OCDE del año 2011 reduce esa cifra a 24.000.

Ese mismo informe cuantifica los activos bancarios en Gibraltar en 10.500 millones de euros, diez veces el PIB del territorio. Una proporción que supera la registrada en países como Chipre, cuyo desproporcionado sector bancario condenó a la quiebra a un país que tuvo que ser rescatado por la UE.

El juego online es uno de los principales activos de la economía del Peñón, que acoge a un gran número de empresas del sector que desde su sede en Gibraltar hacen negocio con apuestas de británicos y españoles.

En los tiempos del contrabando de tabaco en Galicia, la práctica totalidad de las famosas planeadoras que lo introducían por las rías gallegas figuraban registradas a nombre de empresas domiciliadas en Gibraltar.

Despachos de abogados gibraltareños asesoraban a narcos gallegos. Uno fue detenido en la redada de la operación Nécora el 12 de junio de 1990 en casa de uno de ellos.

Sin embargo, ni la OCDE ni la UE consideran a Gibraltar como un paraíso fiscal. La comunidad internacional le sitúa en el mismo nivel de transparencia que España. El Peñón ha firmado una veintena de convenios fiscales con países europeos en los últimos años y ya no forma parte de la lista negra de paraísos fiscales.