El PSC asume que se romperá si hay referendo sobre la independencia

C. R. BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

El sector nacionalista representa el 25 % del partido

18 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El PSC exteriorizó lo que era un secreto a voces en las filas del socialismo catalán, el peligro de una ruptura en el partido por la consulta. Hasta la fecha, la palabra escisión solo existía en el partido como un mantra que utilizan los miembros del sector soberanista para advertir a la dirección de las consecuencias que puede haber si no se cuenta con ellos.

Pero por primera vez un miembro destacado del aparato, Miquel Iceta, candidato a liderar el PSC si gana las primarias del 13 de julio, reconoció ayer que el riesgo de ruptura es real y puede producirse. De celebrarse, o simplemente si se convoca, el sector soberanista, que representa al 25 % del PSC, optará por votar a favor de la independencia y se mostrará partidario de sumarse al bloque que forman CiU, Esquerra, Iniciativa y la CUP, mientras que la dirección, si la lidera Iceta, mantendrá la posición marcada por el anterior primer secretario, Pere Navarro, de rechazo frontal a la independencia y a la consulta unilateral que plantea Mas.

La fractura como consecuencia de la consulta, que también que podría producirse en CiU o ICV, supondría para el PSC la culminación de un proceso de debilitamiento que empezó con el proyecto del Estatut, continuó con la gestión de la crisis que hizo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y se ha agudizado tras las últimas elecciones autonómicas, las de 2012, y las europeas, que acabaron por hundir al partido, otrora uno de los principales bastiones electorales del PSOE y clave de sus victorias.

«Coser» la formación

Iceta, que ayer hizo su primera comparecencia pública tras formalizar su su candidatura, se comprometió a llevar a cabo una labor «titánica de reconstrucción», que no de refundación del partido, y se puso como principal tarea la de «coser» la formación, con mano tendida a todos los sectores para hacer posible la «convivencia». Eso sí, dejó claro a los soberanistas que no hará giros en el rechazo a la consulta.

«Quien espere cambios en la línea política, se equivoca, tendrá que esperar al congreso del año que viene», dijo. Si sale elegido, y a pesar de contar con el apoyo del aparato, se espera que Iceta cuente con una fuerte oposición. Y es que, en las conversaciones que ha mantenido con los soberanistas del partido, entre otros, Montserrat Tura, Antoni Castells o Joaquim Nadal, el candidato a dirigir el PSC reconoció que le trasladaron que él no es la persona adecuada para pilotar el socialismo catalán.

De ahí que emplazara al sector crítico, que aún está debatiendo si opta a la primera secretaría, a mojarse. «Si alguno cree que es adecuado o más adecuado, tiene la obligación política y moral de hacer un paso adelante», afirmó.

Albert Aixalà, expresidente de la Fundación Rafael Campalans, el laboratorio de ideas del PSC, anunció ayer su intención de postularse a la primera secretaría del PSC, un partido que a su juicio «necesita una refundación y no una reconstrucción».