La Fiscalía dice ahora que no se colaboró con ETA en el caso Faisán

A. T. MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Consdieran que el chivato de los dos mandos policiales tenía como objetivo salvar el incipiente proceso de paz con el que Zapatero pretendía lograr el fin del terrorismo

14 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La tesis definitiva de la Fiscalía es que el chivato que dos mandos policiales dieron a ETA en el bar Faisán de Irún el 4 de mayo del 2006, que abortó y aplazó durante meses la redada con la que se pretendía desmontar el aparato de extorsión de la banda, tenía como único objetivo salvar el incipiente proceso de paz con el que el Gobierno de José Luis Rodríguez pretendía lograr el fin del terrorismo.

El Ministerio Público, después de años de actitudes contradictorias, ahora ya no tiene dudas de que el inspector jefe José María Ballesteros entró ese día en el bar irunés y entregó un teléfono móvil a su propietario y presunto cabecilla de la red de extorsión, Joseba Elosúa, para que el exjefe de la Policía en el País Vasco Enrique Pamiés le pudiese recomendar que no acudiese a una cita en Francia porque iba a ser detenido junto a otros etarras, una operación antiterrorista en marcha desde hacía meses que podía dar al traste con los primeros contactos oficiales con la cúpula de ETA.

Revelación de secretos

La Fiscalía, así, se reafirma en que ambos policías sí que incurrieron en un delito de revelación de secretos, por el que la Audiencia Nacional los condenó en el 2013 a un año y medio de cárcel y a cuatro de inhabilitación, pero rechaza sin matices que haya delito de colaboración con organización terrorista, del que los absolvió el tribunal central.

El Ministerio Público, un año después, coincide al cien por ciento con la sentencia de la Audiencia Nacional y defiende que la acción de ambos mandos policiales, lejos de pretender ayudar a los fines de la banda, lo que se dirigió fue efectivamente a lo contrario, a tratar de salvar el proceso con el que se pretendía acabar para siempre con los atentados

Con este argumento, el fiscal solicitó ayer al Tribunal Supremo que desoiga el recurso de las acusaciones populares, que reclaman que los dos policías sean condenados a otros cinco años de cárcel por colaboración con ETA.