Divididos ante la Constitución

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Rajoy admite contactos con Rubalcaba pero condiciona la reforma a lograr el mismo consenso que en 1978, lo que no se da, mientras que los nacionalistas e IU boicotean la celebración

07 dic 2013 . Actualizado a las 11:08 h.

Las fuerzas políticas que consensuaron la Constitución de 1978 mostraron ayer lo que les separa ahora en la celebración de su trigésimo quinto aniversario. Los nacionalistas volvieron a ausentarse de los actos del Congreso, al igual que Izquierda Plural, mientras los dos grandes partidos mantenían sus diferencias sobre la necesidad de reformar la Carta Magna, aunque Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba revelaron que han hablado sobre el tema, pero las posiciones están tan alejadas que ni siquiera han alcanzado un acuerdo de mínimos para iniciar una ronda de contactos.

El presidente del Gobierno señaló que la Constitución se puede reformar, pero puso tres condiciones imprescindibles sin las que no dará un solo paso: que haya un consenso similar al que existió en 1978; que los objetivos sean claros; y que sirva para unir a más españoles y no para generar división. Está claro que CiU, que votó la Constitución del 78, no se sumaría ahora al consenso si no se incluye el derecho a decidir. Posteriormente, en una charla informal con periodistas, Rajoy aseguró que él no se cierra «en banda» ante la reforma, pero antes hay que saber «para qué» y quiénes están dispuestos a llevarla a cabo.

Señaló que en este momento no hay contenido para abrir el melón constitucional y que esa reforma contaría previsiblemente con menos apoyos que el texto actual. «Para hacer una reforma de la Constitución hay que saber a dónde vas», señaló.

De esta forma respondía a Alfredo Pérez Rubalcaba, quien había desvelado que mantiene un «diálogo franco y a fondo» con Rajoy, que le escuchó con atención, sobre su propuesta de reformar la Constitución en sentido federal para resolver el problema de Cataluña. El secretario general del PSOE dijo que está satisfecho porque hace un año casi nadie hablaba de la reforma y ahora «se va abriendo camino». Pero advirtió de que requeriría un amplio consenso y que si no se suman los nacionalistas el año que viene habría que esperar a la siguiente legislatura. Insistió en que no se puede descartar la reforma alegando que no hay consenso, cuando aún no se ha sentado con los grupos para comprobarlo.

Posada pide cautela

El presidente del Congreso, Jesús Posada, afirmó en su discurso que la Constitución, «lejos de encontrarse agotada, encierra todavía muchas posibilidades de desarrollo», pero no se opuso a reformarla, siempre que se cumplan una serie de condiciones: diálogo previo, objetivos claros, pruebas de que los cambios van a ser eficaces y un gran consenso. Posada pidió actuar con cautela y puso como límites infranqueables la soberanía nacional y la unidad de España

En los actos de celebración faltaron de nuevo los nacionalistas de CiU, PNV y BNG, los independentistas de Amaiur y ERC e Izquierda Plural. El BNG aprovechó la conmemoración para renovar su llamamiento a «superar una Constitución que no reconoce los derechos nacionales de Galicia». La diputada de IU Ascensión de las Heras se acercó a la zona de la prensa para desmarcarse de lo que consideró «un teatrillo» y denunciar que la Carta Magna no se cumple. Tan solo asistieron cinco presidentes autonómicos (Alberto Fabra, Luisa Fernanda Rudi, María Dolores de Cospedal y Ramón Luis Valcárcel, del PP, y Paulino Rivero, de Coalición Canaria) y seis ministros.

Por otro lado, Rajoy aseguró que no tomará ninguna medida ni decisión ante la deriva soberanista en Cataluña hasta ver qué pasos se dan y si se convoca la consulta. Pero dijo que confía en que se «imponga el sentido común».

Miles de personas se manifestaron en el centro de Barcelona en defensa de la Constitución bajo el lema «¡Juntos! Por un futuro democrático y plural», convocados por la plataforma «Som Catalunya, Somos España» con el apoyo del PPC, Ciutadans y UPyD. Según la Guardia Urbana, acudieron 5.000 personas, mientras que la plataforma convocante señaló que hubo 30.000.