Los viajes gratuitos y los «cobros ficticios» de Ana Mato

Melchor Saiz-Pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El juez incorpora al sumario de la Gürtel las pruebas de los regalos de la trama. La ministra se benefició directamente de 20 de los 71 servicios no pagados

04 dic 2013 . Actualizado a las 13:25 h.

Ya no son informes de la Policía o de Hacienda apuntando a que Ana Mato y su familia se dejaron supuestamente agasajar durante años por la trama Gürtel con viajes gratis total. Regalos que la ministra viene negando desde que los investigadores empezaran a señalarla hace meses. Ahora son también pruebas documentales. El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz incorporó ayer al sumario sobre la red que dirigía Francisco Correa una carpeta de color marrón que contiene todo el historial de viajes entre el 2001 y el 2004 de la familia de la ministra. Hay muchas facturas. En infinidad de ellas aparece el nombre de Ana Mato y no el de quien entonces era su marido, Jesús Sepúlveda, al que la ministra señala como único responsable de unos supuestos cohechos que, en cualquier caso, desmiente. Pero, sobre todo, hay dos «extractos» resumen de esos viajes. En las dos páginas hay sendas anotaciones idénticas escritas a mano bajo el listado de los servicios prestados. Y esas palabras son de lo más delicadas para Ana Mato: «cobro ficticio».

La carpeta en cuestión fue encontrada en los registros del 2009 en la sede de la empresa Pasadena Viajes, perteneciente a Francisco Correa, aunque hasta ahora no había visto la luz. El dosier de cartón, con un adhesivo que pone «Extracto Cta. J. Sepúlveda», contiene 142 páginas de documentos. En la mayoría se trata de facturas de los viajes, billetes de tren y avión y estancia en hotel que Pasadena gestionó para el matrimonio Mato-Sepúlveda entre el 2001 y el 2004. Ni rastro de transferencias para pagar los servicios de los años 2001, 2002 y 2003.

Abonos ficticios

La única explicación plausible de que no aparezcan los pagos de la ministra y su exmarido aparece bajo los extractos de esos tres años, en los que alguien de Pasadena anotó que se iban a abonar de forma «ficticia» a la empresa de viajes. O sea, que eran un regalo de gratis total de Correa a la familia.

De acuerdo con los dos documentos, la actual ministra de Sanidad, el imputado Jesús Sepúlveda y los hijos de ambos recibieron entre el 2001 y el 2003 un total de 71 servicios gratis por un valor de 29.911 euros.

Ana Mato siempre ha insistido en que los informes de esos viajes no la acusan directamente. Que son responsabilidad de su todavía marido, del que solo está separada, no divorciada, y con quien estaba casada legalmente en régimen de bienes gananciales cuando se produjeron los supuestos regalos a la familia. Sin embargo, los extractos con las notas manuscritas de «cobros ficticios» revelan que Ana Mato, sola o con sus hijos, pero sin Sepúlveda, aparece como beneficiaria directa, sin que su expareja conste por ningún lado, en 20 de los 71 servicios gratis de Pasadena. Viajes, billetes y hoteles por valor de 11.381 euros. En concreto, 14 viajes, billetes y hoteles gratis en el 2001 -por valor de 710.886 pesetas (4.265 euros)-, y otros seis servicios en el 2002, valorados en 7.116 euros.

La actual ministra de Sanidad, sin compañía de nadie, aparece como la persona que disfrutó entre otros servicios supuestamente nunca abonados a Correa: de dos noches de hotel en el Sidi Saler (Valencia) valoradas en 72.332 pesetas; de otra estancia en el Meliá Don Pepe de Málaga, por 72.350 pesetas; o de otras dos noches en el Hotel Conrad, por 99.000 pesetas de la época.

Prescritos

El pasado febrero, la Unidad contra la Delincuencia Económica y Fiscal hizo público que la familia de Ana Mato y ella misma se habían beneficiado de viajes gratis por gentileza de la trama Gürtel. La ministra de Sanidad aseguró entonces que «siempre» había pagado «todos los gastos familiares de los que me he hecho cargo». En mayo, fue la Agencia Tributaria la que reveló que el propio jefe de la red corrupta llegó a pagar con su tarjeta Visa parte de un viaje que la hoy ministra de Sanidad y uno de sus hijos hicieron a Disneyland París en el puente de Todos los Santos de 1998.

Fuentes jurídicas precisan, no obstante, que de haber delito en estos comportamientos habría prescrito. Otro asunto es la lectura política que se pueda hacer de los mismos.