El PP dice que el finiquito del extesorero fue una «simulación» de sueldo

Gonzalo Bareño Canosa
GONZALO BAREÑO MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El partido presentará esta semana acciones judiciales, pero estudia que Rajoy no figure como uno de los denunciantes

26 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Las comparecencias públicas de los dirigentes del PP están empezando a convertirse en un quebradero de cabeza ante la imposibilidad de ofrecer una explicación coherente sobre la vinculación laboral que mantuvo Luis Bárcenas con el partido tras su dimisión como tesorero y sobre el procedimiento utilizado para pagarle el finiquito. Ayer, mientras Bárcenas declaraba como imputado en la Audiencia Nacional, la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, hizo verdaderos esfuerzos por dar apariencia de normalidad al hecho de que el extesorero siguiera cobrando mensualmente del partido a pesar de que supuestamente había sido despedido. «Con relación al anterior tesorero quiero dejar bien claro que dejó de prestar servicio a este partido en abril del 2010», señaló la número dos del PP, que parece seguir el ejemplo de Mariano Rajoy para no referirse nunca a Bárcenas por su nombre. Según explicó, el extesorero fue indemnizado «en diferido» tras finalizar la relación laboral. En lugar de cobrar de una sola vez lo que le correspondía, se estableció un pago mensual que suponía una «simulación» de lo que venía cobrando hasta ese momento en el PP.

Mucho menos claras fueron sin embargo sus explicaciones al hecho de que el partido siguiera abonando la Seguridad Social a Bárcenas pese a estar despedido. «La indemnización que se pactó en forma de simulación de lo que antes era retribución tenía que tener retención a la Seguridad Social», señaló la secretaria general. Admitió que esa actuación puede ser jurídicamente discutible, pero insistió en que no había nada que ocultar. Como prueba de que el PP consideraba normal esa forma de indemnizar a Bárcenas, llegó a decir que si hubieran pensado que era irregular no lo habrían hecho, ya que en ese momento gobernaba el PSOE y este tenía acceso «a toda la documentación oficial».

«Ni el PP ni Rajoy aceptan chantajes», señaló De Cospedal, que precisó que para hacer chantaje al PP Bárcenas debería tener algo con lo que amenazar y, a su juicio, no lo tiene. En el caso del exmarido de Ana Mato, Jesús Sepúlveda, que siguió trabajando para el PP pese a estar imputado en el caso Gürtel, De Cospedal explicó que, en el momento de su despido, se optó por un pago único y no uno «diferido» como con Bárcenas.

El PSOE pide que diga la verdad

La número dos del PP aseguró que, además de la denuncia que ya ha interpuesto ella misma a título personal, el PP presentará esta semana acciones judiciales y también lo harán personalmente algunos de los dirigentes aludidos en los papales atribuidos a Bárcenas, aunque no aclaró contra quién irán dirigidas esas acciones. Según dijo, se tratará de una «estrategia conjunta» y en la denuncia del PP «en principio» estará también Rajoy como presidente del partido, aunque precisó que se está «estudiando» la posibilidad de que, al ser también el presidente del Gobierno, no figure como uno de los denunciantes.

La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, emplazó a De Cospedal a decir «en algún momento la verdad» sobre Bárcenas y a no acumular «dimes y diretes» sobre un asunto que consideró «de la máxima gravedad». «Su fórmula para tratar de explicar lo inexplicable será reconocida por la cátedra de derecho laboral», dijo sobre la justificación de De Cospedal sobre el finiquito de Bárcenas.