El Hierro: siempre es mejor prevenir

Por Juan Ramón Vidal Romaní

ESPAÑA

El catedrático de Xeoloxía de la Universidade da Coruña, Juan Ramón Vidal Romaní, explica las causas de los temblores que está sufriendo en los últimos días la isla del Hierro. El experto asegura que el riesgo de una erupción volcánica es mínima, pero cree que cualquier precaución es poca, y recuerda el terremoto de Lorca.

02 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Aunque lo parezca, no todos los volcanes son iguales. Los de Canarias son de hot spot o punto caliente, con un origen igual a los de Hawái, a unos 2.900 kilómetros de profundidad, en el límite entre el manto y el núcleo de la Tierra. Por eso, en las islas del archipiélago español la acumulación de lavas, cenizas y gases se localiza en un punto, mientras que en el otro tipo de volcanes, los llamados fisurales, lavas, gases y cenizas salen a través de fisuras o fracturas de miles de kilómetros de longitud.

Movimiento continuo

La corteza (o, mejor, la litosfera) se está moviendo continuamente como un iceberg; lo hace sobre el agua, en los polos de la Tierra. En las Islas Canarias, la corteza de la Tierra se mueve continuamente hacia el Este a una velocidad de 20 milímetros anuales, por lo que, aunque el hot spot conserva aproximadamente su localización original desde hace millones de años, los volcanes que se forman por encima de él se van convirtiendo progresivamente en volcanes inactivos.

Aspectos inquietantes

De este modo, vemos cómo en el archipiélago canario las islas que han sufrido actividad volcánica en tiempos históricos son las más alejadas de la costa africana (El Hierro 1793, Tenerife 1909, La Palma 1971), mientras que las más cercanas a África (Gomera, Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura) no registran actividad volcánica desde hace ya miles de años. Cuando el magma volcánico sube desde la base del manto hasta la superficie terrestre, al rozar con las paredes de los conductos volcánicos que llegan a la superficie de la tierra, produce sismos o terremotos. Desde el mes de julio es lo que ha estado ocurriendo en la pequeña isla de El Hierro, lo que ha motivado una alerta por posible erupción, aunque las últimas informaciones parecen descartarla temporalmente. Hay, sin embargo, otros efectos asociados a la actividad volcánica que parecen inquietar más a los expertos:

Deslizamientos

La actividad volcánica es uno de los procesos geodinámicos más activos en la Tierra e implica la emisión de grandes cantidades de materiales sólidos, fluidos y gaseosos que se acumulan en las proximidades del cráter en un período de tiempo breve. Por eso, las islas volcánicas, como las Islas Canarias, presentan relieves escarpados con fuertes pendientes formados por acumulaciones de rocas y cenizas muy inestables que pueden movilizarse produciendo grandes deslizamientos que afectarán no solo al relieve emergido, sino a las zonas submarinas adyacentes. Estos deslizamientos son los que han dado lugar a los grandes acantilados, como Andén Verde en Gran Canaria, y que es tan alto como el Monte Pindo en Galicia, por poner un ejemplo cercano. En el caso de la isla de El Hierro, su forma de pirámide triangular con tres caras se debe precisamente a grandes deslizamientos de rocas y cenizas de ese tipo. El último de ellos formó el valle de El Golfo moviendo un volumen entre 150 y 180 kilómetros cúbicos de materiales. Pero, para que eso volviera a ocurrir, se precisaría una gran erupción.

Reaccionar a tiempo

Tan solo se ha previsto que se produzcan pequeños deslizamientos que podrían afectar a la localidad de La Frontera, lo que ha motivado las evacuaciones de personas realizadas. Después de la vergonzante imprevisión del terremoto de Lorca el 11 de mayo pasado, parece que por una vez nuestros dirigentes han reaccionado a tiempo.