Más presión para las elecciones

Manuel Campo Vidal

ESPAÑA

El desafío de Ibarretxe al Estado y los actos contra la monarquía todavía conceden más trascendencia al duelo que protagonizarán Zapatero y Rajoy en marzo

30 sep 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

A este país llega un turista ilustrado, lee los periódicos del tirón, contempla en los telediarios la quema de fotos del Rey , escucha declaraciones de políticos destacados, unos por su tremendismo y otros por su irresponsabilidad, y solo le quedan dos salidas lógicas: huir temiendo una revolución inminente, o quedarse maravillado al comprender que está en el país más sereno del mundo.

No hay en el planeta, que se sepa, otro lugar más tolerante incluso con los intolerantes. Y eso que poseemos un historia fratricida muy acreditada. Será que la receta brutal de la Guerra Civil mató el microbio de la violencia colectiva, salvo en algunos sujetos que escaparon a la vacuna.

Después de un verano exultante para el Gobierno, el mes que hoy termina se fue nublando: una competición autonómica por los Presupuestos Generales rayando lo ridículo, actos sin precedentes de ofensas a la monarquía, condiciones económicas más duras para las familias por los tipos hipotecarios, ETA merodeando? Y como remate parió Ibarretxe .

Había que ver la cara descompuesta del todavía presidente del PNV, Josu Jon Imaz , en la tribuna del Parlamento vasco. Una cosa es presentar un plan soberanista y otra ponerle fechas concretas a corto plazo. Una cosa es amenazar y otra desafiar al Estado. Una cosa es acumular fuerzas para lo que sea y otra huir hacia delante, al choque, a lo que salga, incluida si cabe la autodestrucción, en línea con los chistes más rancios sobre la cortedad vasca.

El lendakari, de entrada, le ha metido mucha más presión a las ya reñidas elecciones del próximo mes de marzo, como ha celebrado públicamente Ángel Acebes . Al PP esta tensión le favorece porque Zapatero tiene que gestionar una crisis grave sin apenas margen de maniobra, ni tiempo para ello. Por eso, en Telemadrid y en otras pantallas amigas, las imágenes de la quema de fotos del Rey y la guerra de las banderas se reproducen constantemente. Ya sabe el PSOE hoy que el electorado del PP acudirá en bloque a las urnas. Debería saber además que la escasa ventaja que conceden las encuestas a Zapatero se puede perder en un error en el pulso que le ha echado Ibarretxe, o en cualquier desatino. Y solo vale si los suyos salen de casa a votar el día de autos. Que está por ver.

Cuando se consulta con expertos el órdago del lendakari se adivina su doble intención: si le sale mal la jugada, porque en Madrid no ceden, se irá a casa habiendo cumplido su palabra de que él convocaba el referendo de autodeterminación. Aunque no se lo dejen hacer, él lo habrá propuesto. A un amigo, Ibarretxe le dijo: «No puedo volver a casa sin convocarlo porque me avergonzaría ante mis hijas».

Ya cuenta con que en Madrid no se lo van a permitir. Tanto da que gobierne Zapatero como Rajoy en junio del 2008. Y puede ser que el Parlamento vasco no apruebe su convocatoria de referendo para octubre de ese año. Sacó adelante su plan anterior con el voto de Josu Ternera , pero ahora el lendakari no lo quiere y para ello incluirá en su propuesta una condena de la violencia etarra. En ese caso convocará elecciones vascas anticipadas y tratará de perpetuarse en el poder. Es decir, que lo más probable es que no pase nada nuevo, pero se habrá jugado con fuego. Y el riesgo siempre es muy alto, sobre todo si enfrente tiene gente con el sentido de la responsabilidad adormecido.

Con las agresiones a la monarquía sucede algo similar. El problema no es el acto en sí porque procede de grupos reducidos que no conectan con el sentir mayoritario. El problema está cuando los fiscales ordenan la detención de los encapuchados para que los dejen salir sin costes porque entonces centenares de chicos catalanes empiezan a soñar con una foto en el periódico como héroes en la puerta de la Audiencia Nacional. Un ministro de Zapatero comenta: «El problema no fue el dibujo de El Jueves , aunque era de mal gusto, sino el secuestro de la revista que consiguió que la imagen diera la vuelta al mundo».

El mismo ministro confiesa que todo el ruido que llega desde Cataluña le preocupa menos: « Montilla es lo mejor que nos ha pasado allí en años». Su discurso en el Parlamento llamando a fortalecer la relación con España ha tranquilizado en Madrid y ha inquietado a los nacionalistas. Se resume así: más catalanismo social y menos sermón identitario. Su portavoz Miquel Iceta lo dijo aún más claro: el exceso de nacionalismo termina siendo un problema para conseguir más cosas y vivir mejor. Inquietante para Artur Mas . A Carod le da igual con tal de seguir en el Gobierno.