Cucharadas Trufas blancas en Garbo

La Voz

ESPAÑA

25 ene 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

Al día siguiente de la clausura de Madrid Fusión el restaurante Garbo (Pl. del Carmen, 4, tno. 915 232 610) invitó a una degustación de trufas blancas de Asti a la prensa gastronómica. Tenía otro compromiso, de modo que no pude asistir hasta el sábado. El establecimiento, decorado en blanco (manteles), negro (sillas), rosa y gris (paredes y techos) puede acoger hasta 180 comensales sentados (nadie lo diría, desde el pequeño y agradable comedor situado a nivel calle, con grandes ventanales a ésta) y posee en el piso superior «facilities» aptas para que los ejecutivos puedan comer sin desengancharse de Internet. La cocina va de italiana, con multitud de pastas y pastas rellenas, algunas con nombres de divas italianas, entrantes, risottos, postres, vinos dulces y licores; y, en mi degustación, la trufa blanca se había vuelto mulatilla, el carpaccio de solomillo era el más copioso e insaboro que jamás llegó a mis papilas y la foccacia de jamón «ibérico» seguía las mismas pautas de insipidez. El amable jefe de sala Emilio Menguez, un profesional que ha trabajado con Miguel Arias y «sabe», me recomendó un par de huevos fritos, y por ahí rehice mi vida gastronómica.