Melendi, rey Midas musical

La Voz

ESPAÑA

Madrid, Madrid, Madrid El cantautor asturiano recibe siete discos de platino por sus trabajos publicados

22 nov 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

?omo dice en su segundo disco, está claro que el cielo puede esperar «sentao» a Melendi. Tras subirse a la bicicleta para protagonizar la sintonía de la Vuelta Ciclista 2004, la carrera del asturiano, residente en Madrid, más que ir sobre ruedas, ha despegado de forma imparable. «A mí me daban dos», decía un famoso anuncio de productos lácteos, pero en el caso del cantautor los premios vienen un poco más apretados. Ayer recibió siete discos de platino, cuatro por su primer álbum, Sin noticias de Holanda , y tres por Que el cielo espere senta o. Este último ahora se reedita, junto a un DVD, con tres temas nuevos: El Nan o, dedicado a Fernando Alons o; Carlot a, dedicado a su hija, y La dama y el vagabund . «Espero rematar la faena y lograr un nuevo platino con este disco», dijo ayer Ramón Melendi, ganador del Premio Ondas a la Mejor Canción 2005 por Caminando por la vid a y candidato al Mejor Artista Español en los MTV Europe Music Award s. El músico, que afirmó no sentirse un artista consagrado por haber recibido estos galardones, debido a los característicos vaivenes de la industria musical, señaló que en octubre publicará su tercer trabajo. También anticipó que está escribiendo el guión de lo que podría ser una película, cuyo rodaje comenzaría en septiembre del 2006, y que se llamaría Vuelvo a traficar, the fil m, que toma el título de uno de sus temas. Aunque no quiso desvelar la temática de la cinta, quizá con ella responda a los bulos sobre tráfico de drogas que corrieron el año pasad o. Hasta que se hagan realidad estos proyectos, los admiradores pueden calmar la espera con la reedición de Que el cielo espere senta o y la gira promocional por todo el paí s. ?gual que los políticos más relevantes tienen o deberían tener asesores de estilo, para estar impecables en cualquier ocasión y no repetir la corbata hasta la saciedad, el Congreso de los Diputados y el Senado cuentan con el asesoramiento técnico y científico del Museo del Prado sobre las obras de arte que poseen. Los presidentes de las Cámaras, Manuel Marin y Javier Rojo , el presidente del patronato de la pinacoteca madrileña, Rodrigo Uría , y su director, Miguel Zugaza , firmaron ayer un convenio orientado a la conservación, supervisión técnica y asesoría científica de las colecciones. El Museo aconsejará al Parlamento en distintas cuestiones, como el préstamo de obras de arte para exposiciones, las necesidades de restauración, las nuevas adquisiciones, las condiciones relativas al embalaje, transporte y montaje e incluso la valoración económica a efectos de seguro. El acuerdo, con una vigencia de dos años, prevé la participación del Prado en cualquier actividad artística en la que se utilice el patrimonio del Congreso y del Senado. Además, realizará informes detallados sobre el estado de conservación y revisará, al menos cada dos años, todos los objetos. Junto a la consolidación de esta colaboración, el documento regula el intercambio de las publicaciones de colecciones artísticas entre las instituciones firmantes y la convocatoria de becas de formación especializada en museología y conservación, que serán dotadas por las Cámaras. . «Estoy satisfecha de haberme envuelto en esta locura, y también por el logro, muy necesario, de crear una compañía clásica en España», señaló Giménez durante la presentación, en la que estuvo acompañada por Maximiliano Guerr a, bailarín invitado, el director del teatro , José Manuel Garrid o, y el responsable de Actividades Culturales del Ayuntamiento, Manuel Lago s. Este último anunció que la concejalía tiene previsto iniciar una colaboración estable con María Giménez y su formación a partir del próximo año para programar un título anual, con el objetivo de «saldar la deuda» que hay en España con la danza clásica y «ponerla en el sitio que merece». Por lo que respecta a Gisell e, la primera figura del Ballet Nacional de Marsella a las órdenes Roland Petit explicó que la elección estuvo marcada por el deseo de que los bailarines se enfrentasen a una pieza que reuniese los aspectos fundamentales de una obra, para luego poder adaptarse a otras más clásicas .