El sí de España anima al resto de la UE a ratificar la Constitución

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro CORRESPONSAL | BRUSELAS

ESPAÑA

XOAN A. SOLER

Casi toda la prensa europea destaca la elevada abstención como una nota negativa Schröder confía en que el «ejemplo español» se contagie al resto de Europa.

21 feb 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

Nada más conocer los primeros resultados del referéndum sobre la Constitución, el presidente francés, Jacques Chirac, manifestó que el sí abrumador servirá para «mostrar el camino» a los demás países. El canciller alemán, Gerhard Schröder, y otros líderes comunitarios también confían en que el «buen ejemplo» español se contagie al resto de la Unión, si bien casi toda la prensa y la propia Comisión Europea hacen una lectura menos optimista, al destacar la abstención. España: el sí sin pasión . El titular recogido ayer por el diario conservador galo Le Figaro ilustra perfectamente lo ocurrido al sur de los Pirineos. Y no es el único. El rotativo alemán Lausitzer Rundschau opinaba que el resultado «no es la gloria ni para España ni para Europa», sino más bien «una prueba de la indiferencia», aunque el italiano La Repubblica , de tendencia socialdemócrata, comentaba que el mero hecho «de llevar a las urnas a 14 millones de ciudadanos sobre una cuestión difícilmente comprensible, sobre la que no existían controversias y cuyo resultado era previsible, representa una triunfo de todo respeto». Interés francés Pero, como ocurre con un partido de fútbol, los líderes europeos no parecen poner tanto énfasis en el tipo de juego como en el resultado, pues al fin y al cabo España es el primer país de los grandes que ratificará la Constitución europea con el aval de las urnas. En Francia, el país que celebrará la siguiente consulta, se siguió muy de cerca el proceso español, que si algo logró fue avivar el debate en el país vecino, tanto entre los partidarios como entre los detractores de la Carta. El primer ministro galo, Jean-Pierre Raffarin, tras felicitar a España por el resultado, no ocultó ayer su preocupación por la abstención, al manifestar que «con los meses que nos separan del referéndum en Francia, tendremos tiempo de informar más completamente a los electores para lograr mejorar la tasa de participación». En tono más despectivo, el presidente del partido antieuropeo Movimiento por Francia, Philippe de Villiers, se refirió al sí español como el «agradecimiento del estómago», pues recordó que España es el socio que más se benefició de las ayudas comunitarias. Los líderes europeos, no obstante, se quedan con otra lectura más positiva, con la «señal fuerte» que puede dar España a Europa, en opinión del presidente de la Comisión, Durão Barroso. El ministro de Exteriores británico, Jack Straw, manifestó ayer con ironía que firmaría donde hiciese falta por lograr en su país un resultado aunque fuese más ajustado, no en vano en el único de los diez países que convocarán referéndum donde los sondeos indican la victoria del no. «Cada país -dijo Straw en Bruselas- tiene que hacer su propio juicio, pero si, como sospecho, un país tras otro vota que sí, creo que eso ayudará a tranquilizar a los electores en el Reino Unido».