¡Alejen las urnas del «Prestige»!

Manuel Campo Vidal

ESPAÑA

01 feb 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

El documento confidencial de escenarios electorales que maneja el Gabinete del presidente en Moncloa contiene tres conclusiones básicas: a día de hoy el Partido Popular está en su expectativa de voto más baja desde 1996, pero las elecciones no están perdidas; hay que mantener la actividad con que se empezó el año para transmitir sensación de gobierno y, muy importante, conviene alejar la fecha de los comicios generales tanto como se pueda. El mismo documento sugiere la excusa. En vez de marzo del 2004, que sea el domingo 9 de mayo; sumando así la cita de las generales a las europeas, adelantadas a ese día para que participen los nuevos socios de la Unión Europea . Es decir, dos meses más de Aznar , dos meses preciosos para el candidato popular designado, dos meses más para olvidar el Prestige (preocupación española y no sólo gallega) más los disgustos que puedan venir, especialmente por la guerra de Irak . De lo que no hay escapatoria es del próximo 25 de mayo, comicios municipales y autonómicos en trece comunidades. Ésta ha sido la semana de Fitur , la mayor concentración de alcaldes y poder de las autonomías pisando Madrid , con Pujol y Fraga como estrellas. Pero nadie hablaba de turismo; sólo de encuestas. Que si hay una que da al PP la mitad de lo que tenía en Galicia , que si en Andalucía le sacaba el PSOE seis puntos y ahora trece, que si ese lenguaje ácido de Aznar contra nacionalistas y socialistas le da votos en la España de la Meseta , etcétera. Un altísimo dirigente del PP, clave para el ascenso de Aznar en su día (omitimos su nombre para no perjudicarlo), adelantaba con pesar su pronóstico: «Ganaremos la alcaldía de Madrid pero perderemos la comunidad». Si pasa eso, Ruiz-Gallardón subirá enteros para la designación presidencial. La comunidad puede perderla el PP porque Esperanza Aguirre , ex ministra y ex presidenta del Senado , con todo respeto, es una señora que acaba de salir de una tienda de Loewe y/o Hermés . Tendrá que renovar su vestuario para no dar el cante en el Madrid de las clases trabajadoras. Puede gobernar, con el apoyo de Izquierda Unida , el joven y desconocido Rafael Simancas , que es lo más parecido a esos equipos de fútbol de Segunda B , o el colista de Primera este año, que se plantan inesperadamente en semifinales de la Copa del Rey y terminan ganando por penalties. Otra quiniela pronostica lo mismo para la Comunidad Valenciana , lo que sería un regalo espectacular para Zapatero , pero no en sus capitales de provincia. «Lo teníamos bien en Alicante pero nos hemos equivocado de candidato», confiesa el socialista Jordi Sevilla . La gran paradoja es que mientras las encuestas anuncian un retroceso popular y un avance socialista, el mapa municipal y autonómico no parece que vaya a sufrir un vuelco drástico. Eso se explica por el efecto alcalde y porque el mapa ya se movió hace cuatro años. El PSOE que recuperó Sevilla , Granada y Almería puede ganar ahora Jaén, pero el PP retendrá Huelva , Cádiz y seguramente Málaga . Rosa Aguilar , de IU, seguirá de alcaldesa en Córdoba . Cataluña es casi toda socialista excepto la convergente Tarragona . Castilla y León es de derechas, pero el PSOE ya gobierna Burgos , Palencia y Soria . El resto será popular salvo sorpresas. Las grandes capitales recuperables para el socialismo son Zaragoza con el ex ministro Belloch y Vigo , donde Ventura Pérez Mariño debe superar al alcalde frentista Lois Castrillo, beneficiado presuntamente, como todo el Bloque , por la crisis del Prestige. Otra cosa es que en las Cortes , tras el accidente, los diputados nacionalistas fueran los más rigurosos y documentados pero eso lo saben sólo los presentes porque ninguna televisión se hizo eco. Cuando otro dirigente popular confiesa el temor por un desastre municipal en Galicia olvida que ya se perdió casi todo hace cuatro años. Puede ir a más -las diputaciones de A Coruña y Pontevedra , Monforte , Verín y los pueblos del chapapote-, pero municipalmente no se podrá apreciar aún lo que Emilio Pérez Touriño anunció en Madrid: «El PP empezó su escalada nacional en Galicia en 1981, y os garantizo que allí ha comenzado ya su descenso imparable». Cuiña y los «boinas verdes» El miedo que aprisiona todavía al PP por el desastre gallego no le permite razonar más que en términos maleados por los propagandistas. «El problema lo tenemos en Galicia porque los de la boina fustigan a los aliados nuestros que son más modernos», sostiene un dirigente en Madrid. El hombre palidece cuando se le traslada la siguiente pregunta: ¿Quién es en Ourense el de la boina, José Luis Baltar o el alcalde Manuel Cabezas , más cercano a los de Madrid? ¿Quién es el de la boina, el menos moderno, Baltar que aceptó perder Caixa Ourense para crear la gran entidad financiera del sur de la región porque le convencieron que era mejor para el futuro? ¿O Cabezas, que mantiene a Ourense como única capital de Galicia sin banda ancha de telecomunicaciones al oponerse al cable? Puestos a revisar motes, si la boina la merece otro, ¿cómo etiquetar a Baltar? Pues podría ser, por ejemplo, «general de los boinas verdes de Cuiña », dado que los cinco diputados del comando que estremeció a los jefazos populares actuaron como auténticos soldados de élite. Si donde los de Madrid dicen boina pasaran a decir boina verde, Cuiña en Lalín se sentiría como De Gaulle en Colombey-les-deux-Eglises .