El candidato nacionalista dice que ambos partidos están «condenados a entenderse» tras los comicios Juan María Atutxa desde un extremo de la «barricada» y Felipe González desde el otro han desplegado la bandera blanca entre nacionalistas y socialistas vascos. A pesar de que ambos funcionan como líberos en la campaña, los claros guiños que los dos influyentes políticos han intercambiado este fin de semana demuestran que importantes sectores de sus partidos quieren mantener viva la línea de comunicación entre ambas formaciones de cara a las negociaciones para formar gobierno.
06 may 2001 . Actualizado a las 07:00 h.El presidente del Parlamento vasco fue ayer el más claro: «PNV y PSE estamos obligados a entendernos tras las elecciones vascas». Los guiños e insinuaciones entre ambos partidos políticos surgen del sector moderado del PNV, más beligerante con el acercamiento a la izquierda abertzale, y del predicamento histórico en el PSOE de un Felipe González que durante su etapa de gobierno mantuvo una razonable sintonía con el PNV, tanto en Vitoria como en Madrid. Pero la coincidencia en el tiempo de estos dos movimientos tácticos no pueden ser vistos como una simple y mera casualidad, tal y como señalan militantes de ambos partidos próximos a la convergencia entre estas dos formaciones políticas. Juan María Atutxa, muy solicitado estos días por su partido para sustituir en los mítines al ala soberanista de su formación política -encarnada por las voces de Xabier Arzalluz y José María Egíbar-, no dudó en mostrar en una entrevista al diario Avui las preferencias de gobierno que se calla en los actos electorales en los que acompaña al ahora lehendakari en funciones Juan José Ibarretxe. El presidente del Parlamanto vasco asegura que el entendimiento postelectoral con los socialistas es «algo cantado» para evitar que Euskal Herritarrok tenga la llave del Gobierno de Euskadi. «Diferentes sensibilidades» Para el candidato nacionalista al Gobierno vasco, el próximo Ejecutivo de Vitoria debe ser el recipiente de «diferentes sensibilidades», sin aclarar si ese abanico incluiría la posibilidad de un Gobierno de concentración, una alternativa que prefiere la mayoría de los vascos, según la encuesta realizada por Sondaxe.