El partido, aburrido; el debate...

Juan Carlos Martínez REDACCIÓN / LA VOZ

ELECCIONES 2016

Salvador Sas | EFE

Albert Rivera ganó en comentarios favorables durante la primera parte del programa; Iglesias, en la segunda

14 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La televisión ofreció el lunes dos espectáculos en directo de primer orden: el partido en el que la selección española se estrenaba en la Eurocopa y el debate entre los cuatro principales candidatos a la presidencia del Gobierno.

El partido fue aburrido. Los jugadores son excelentes pero no ven la portería, y ya está bien de hacer un magnífico juego y no conseguir resultados. Los mensajes que se colgaron en las redes durante casi noventa minutos, hasta que Piqué la enchufó de cabeza, revelan hastío, esa sensación de déjà vu que acompaña al fútbol del equipo español desde hace unas temporadas. El gol del defensa transmitió alivio e incluso entusiasmo, como el que mostraron dos futboleras de excepción: las ministras Ana Pastor y Fátima Báñez, que vieron el partido desde Redondela y respondieron con pasión al gol, que de paso quitó hierro a la inquina contra los soberanistas que algunos extienden a todos los catalanes.

¿Y el debate? Por lo que se pudo leer en Twitter y en otros medios, aún menos apasionante que el partido, porque nadie marcó ningún gol. Y esa sensación de déjà vu que acompaña a la política española desde hace unas temporadas, con el añadido de que el juego no se puede calificar de magnífico, y que el resultado, por desgracia, puede ser de nuevo un cuádruple empate.

Quien más gustó en la primera parte, según las webs que miden la aprobación de los usuarios, fue Albert Rivera, seguido por Pablo Iglesias y por Mariano Rajoy. Pedro Sánchez, de acuerdo con numerosos comentarios, fue el participante al que menos caso le hacían los demás candidatos cuando hablaba.

A Rivera se le reconoció soltura en el discurso y acierto en el marcaje a Rajoy cuando tocó debatir sobre la corrupción, pero con un tono muy educado. Rajoy, por su parte, usó chuletas y en algún momento el tono era de lectura de carrerilla. A Iglesias, en las redes, se le ha achacado estar un poco dormido. Hasta que se debatió sobre corrupción. Ahí, el encuentro ganó intensidad y las redes sociales multiplicaron los mensajes en directo. Iglesias ganó aprobación en los comentarios de las redes, mientras Rivera y Rajoy bajaban puntos. Entonces se pasó a Cataluña y los tuiteros volvieron a frenarse: lo que se decía era lo mismo que ya se había oído, salvo por la entrada de los socialistas en el gobierno local de Barcelona. Y, para acabar, Venezuela, perdón, la política exterior: nada nuevo en el país del Arauca vibrador.

«Si sube la marea...»

Los cuatro grandes y el fútbol no fueron los únicos protagonistas en las redes. Un habitual del humor ácido en YouTube, Troleada Galega, publicó una réplica trucada del vídeo musical de En Marea para la pasada campaña electoral, en el que los candidatos cantaban su versión de un tema de Extremoduro. La música (con perdón sea dicho) y la letra ahora son las de El chiringuito, de Georgie Dann, que los mismos protagonistas siguen con un meneíto rítmico acelerado.

«Prometeron un grupo parlamentar galego. Pero o que montaron foi... Un chiringuito», dice el mensaje de presentación del que, aventuran estos creativos, será «o baile do verán»: «Si sube la marea, / me va de maravilla, / la gente se amontona / y yo le doy morcilla. / El chiringuito, / el chiringuito», etcétera.