Feijoo: «Que el PSOE saque un edil más que las mareas o el BNG no cambiará nada»

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO / LA VOZ

ELECCIONES 2020

Alberto Núñez Feijoo, presidente de la Xunta
Alberto Núñez Feijoo, presidente de la Xunta MARTINA MISER

El líder popular cuestiona que los alcaldes de las urbes hayan puesto por delante la ideología antes que la gestión

19 may 2019 . Actualizado a las 16:06 h.

Alberto Núñez Feijoo (Os Peares, 1961) hace una parada para atender a La Voz rodeado por los viñedos de O Salnés tras un acto de la Xunta, y de camino a una cita del PP. Su perfil institucional le pide que pase pronto el próximo domingo para que en este país se empiece a hablar «en serio». Pero al animal político le gusta el choque o el roce, según se hable de Vigo o del resto del universo municipal. Ha dejado atrás su discurso de la división del centroderecha para enfocar esta campaña en las, dice, contradicciones de sus rivales, dispuestos a unirse para asestar otro golpe al poder popular en Galicia.

-¿Por qué ahora ignora a Ciudadanos y Vox?

-Porque creo que en las municipales no va a haber la división del 28 de abril. Muchas personas pensaron que votando a Vox y a Ciudadanos iba a gobernar el PP, y se han dado cuenta de que han sido determinantes para que la de Pedro Sánchez fuese la lista más votada. Eso ya lo han explicado las urnas. Entiendo que en las municipales ese riesgo no existe.

-Entonces plantea un escenario muy similar al del 2015, cuando al PP no le fue nada bien.

-Aquí hay dos alternativas: o seguimos con lo mismo, o hay un cambio liderado por el PP. El PSOE en Galicia no es una tercera vía, es una vía para que sigan gobernando las mareas y el BNG. Tanto monta, monta tanto. Que los socialistas tengan un edil más que las mareas y el BNG, o al revés, no cambiará nada desde el punto de vista de la política municipal. No van a poder aprobar un presupuesto o una ordenanza sin ellos. No se puede diseñar un proyecto importante porque el orden de los factores no va a alterar el producto, y el producto es que llevamos cuatro años con unas ciudades sin iniciativa donde la ideología se ha impuesto a la gestión.

-Durante tres años focalizaron sus ataques en las mareas. ¿Minusvaloraron al PSOE?

-Asistimos a una descomposición de las mareas. Están rotas en dos, como mínimo. No saben o no quieren ser una alternativa, y se comprobó que era un movimiento improvisado. Y el PSOE en Galicia se sube a la ola de Pedro Sánchez. Aprovecha la bajada de las mareas y de Podemos y se encuentra con una fractura del centroderecha. Solo con los votos que recibió Vox dejamos de ser la lista más votada, solo por eso. Por lo tanto, el PSOE no resurge, se nutre de la decepción de las mareas y de la división de la derecha, aunque en Galicia se notó con menos intensidad.

-¿Preocupado por los sondeos?

-A medida que pasan los días vemos que el PP sube y el PSOE se estanca o baja. Todavía se aprecia un efecto contagio de la reciente votación, pero esta es otra liga en la que las siglas y la ideología son secundarias y lo que importan son los proyectos y los candidatos.

-Pero van por delante en cinco de las siete ciudades.

-Yo veo a candidatos en el PSOE que han salido de unas primarias con una fractura a nivel local, que son desconocidos, sin peso, sin experiencia de gestión... Sospecho que ahora tendrían el mismo resultado con uno o con otro, pero también espero que los ciudadanos piensen en los candidatos y la gestión. Y que recuerden que el PSOE es el mismo que le facilitó todo a las mareas en A Coruña, Santiago y Ferrol.

-¿Se pueden ganar mayorías absolutas con candidatos con una valoración mala o discreta?

-Rajoy ha ganado elecciones en el 2011, 2015 y 2016 siendo el cuarto líder en valoración.

-En las ciudades el PP presenta a cinco exconselleiros. ¿Usted también se la juega?

-Cuando se está en mi posición uno siempre debe sentirse responsable de los resultados, pero que hayan sido conselleiros no es relevante. Ellos han tenido su propio recorrido en las agrupaciones locales y provinciales. Lo importante es que frente a lo visto en A Coruña, Santiago o Ferrol tenemos a candidatos que han gestionado miles de millones de euros, como Beatriz Mato, Agustín Hernández o José Manuel Rey. La candidata del PSOE en A Coruña no ha gestionado ni una concejalía. Tampoco se conocen las capacidades del ferrolano, y en Santiago recurren a un político que perdió en el 2011 y que convirtió al partido en algo testimonial. En Ourense vemos que están dispuestos a apostar por el show de Jácome, y podemos seguir hablando del desastre interno de los socialistas en Lugo, del gobierno encerrado en sí mismo de los nacionalistas en Pontevedra o del régimen socialista de Vigo, con un alcalde que es una caricatura, o un personaje de cómic. A él le va bien así, pero los sectores económicos y los servicios públicos en Vigo los está impulsando la Xunta. Nos queda una semana para hablar de todo eso.

-No sé si se entenderán, pero a partir del lunes 27 les toca relacionarse de otra forma.

-Ah, por supuesto. Tengo que decir que con todos los alcaldes de Galicia tuve una relación institucional correcta. Los de las mareas o el de Pontevedra han perdido cuatro años para sus ciudades, pero han sido impecables en ese sentido. Si no dijera esto no sería justo. Salvo una excepción, Vigo, que confirma la regla.

-Las municipales siempre propiciaron cambios en el partido o en la configuración de su equipo. ¿Tiene algo en mente?

-Tenemos un Gobierno sólido con planes hasta el 2030. Eso es lo que me ilusiona cada día.

«Si los socialistas creen que van a ganar tratándonos mal, no conocen a los gallegos»

Tras el 26M tocará canalizar las relaciones institucionales desde San Caetano. Con los concellos, pero también con Madrid.

-¿Qué espera del Gobierno central hasta las autonómicas?

-Yo salí satisfecho de la reunión en la Moncloa con Sánchez, pero cuando presentó sus presupuestos con un 30 % menos para Galicia y un planteamiento asimétrico que beneficia a las comunidades del Mediterráneo se produjo una quiebra institucional. Y después nos quisieron sisar el IVA, el corredor atlántico ferroviario, demoraron hasta mayo el acceso al superávit... Yo voy a retomar el diálogo institucional, pero no le oculto mi preocupación. Si los socialistas creen que tratando mal a Galicia va a ganar las autonómicas es que no conocen a los gallegos.

-¿Ve peligrar su mayoría absoluta?

-Lo que estamos haciendo está saliendo bien, y las encuestas siempre nos han dado la mayoría absoluta, todos los meses. Eso me dice que hay que mantener lo que funciona y reflexionar sobre lo que no. La idea es acabar la legislatura sin improvisar, por eso me preocupa mucho más el Gobierno débil de España con solo 123 diputados.

-¿Y no le inquietan más los 66 que ha sacado el PP?

-Veremos cómo acaban estas elecciones. Yo mantengo las esperanzas en esta cita, y no me parece tan complicado remontar a un PSOE que tiene un 28 % de apoyo y que depende de los secesionistas y de Podemos. El Gobierno acumula muchas cuentas pendientes porque ha paralizado sus decisiones desde hace un año, y si Ciudadanos cree que va a sustituir al PP, se equivoca. Y tampoco va a durar mucho más Vox en su burbuja de los 2,5 millones de votos. Vamos a esperar para hacer un análisis completo. Lo peor que podemos hacer es ponernos nerviosos e improvisar.

-Usted fue coordinador de la convención del «rearme ideológico». ¿En qué se equivocaron?

-El presidente me pidió que hiciera la apertura de la convención con un discurso y Casado se encargó de presentar el decálogo del PP. Esos diez puntos tienen toda la vigencia.

-A Casado le fue mal y, tal como estaba previsto, su nombre ha vuelto a salir. ¿Le molesta?

-No me molesta cuando permite visualizar el trabajo que estamos haciendo en Galicia. Yo sigo donde me han puesto los gallegos y donde quiero estar desde hace 16 años. El líder del partido ganó un congreso y le corresponde administrar sus tiempos y su presidencia. Y en eso estamos.