En esta liga salen los números

Sara Carreira Piñeiro
Sara Carreira REDACCIÓN / LA VOZ

EDUCACIÓN

Alumnos de la USC durante un partido de la Liga Matemática
Alumnos de la USC durante un partido de la Liga Matemática Sandra Alonso

Galicia participa en la competición matemática de universidades españolas

15 nov 2023 . Actualizado a las 13:36 h.

Un partido es un partido, con sus entrenamientos previos, la emoción del encuentro, el esfuerzo de jugadores, y las alegrías y penas en función del resultado. No importa de qué va el juego: puede ser baloncesto o matemáticas; lo importante es la emoción del reto. Si no, que se lo pregunten a los quince jóvenes de la Universidade de Santiago que forman Funtor de Breogán, un equipo que participan en la Liga Matemática.

Organizada por la Asociación Nacional de Estudiantes de Matemáticas, esta liga está diseñada como la de cualquier otro deporte: los equipos se van enfrentando entre sí semana a semana en dos grupos de diferentes (de 15 y 16 escuadras respectivamente) y hay una clasificación final. Los dos primeros clasificados de cada sector competirán por los galardones.

Galicia no parece tenerlo fácil en esta competición. En la jornada cuarta Funtor de Breogán remontó posiciones en el grupo Abeliano (el otro es Boreliano) tras ganar en el último encuentro por 3-2. Su lista la lideran los Transinfinitos de Ali-Cantor, de la Universidad de Alicante.

Javier Polo, delegado del equipo santiagués, explica que el punto débil de Funtor son las combinatorias, y que tienen que trabajar algo más este aspecto. Lo cierto es que el objetivo de este grupo, que compite con seis jugadores, es sobre todo divertirse: «Lo pasamos fenomenal, este tipo de iniciativas nos gusta mucho y en la facultad hay varias opciones». Reconoce que la experiencia es fantástica, porque contactan con estudiantes de toda España, tanto de Matemáticas como de los dobles grados que tiene esta carrera (con Enxeñaría Informática o con Física).

Cada partido, que dura 90 minutos, supone resolver tres problemas. Cada equipo entrega la primera de las pruebas en cuanto la termina y si el árbitro le da el visto bueno, pasa a la siguiente. Si hay un fallo, la devuelve y los estudiantes pueden corregirla.

«Cada ejercicio resuelto —apunta Polo— es un punto, y si uno de los equipos termina los tres problemas, el partido se acaba». Así, es posible terminar con un marcador de lo más variado entre 0 y 3 puntos por grupo, aunque nunca se daría el caso del 3-3, o al menos no está previsto que ambos grupos rematen en el mismo instante.

Los árbitros son personas propuestas por los equipos, aunque no pueden interceder en encuentros en los que participe su universidad. La de Santiago está muy satisfecha con la iniciativa de sus jóvenes alumnos, y de hecho en el último encuentro, contra los Hamiltogatos, de la Universidad de Sevilla, contó con la presencia de la decana de la facultad, Elena Vázquez Cendón, que promueve todo tipo de iniciativas extraescolares en el campus compostelano.