Las notas de corte en el acceso a la FP superior se disparan en algunos ciclos

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira REDACCIÓN / LA VOZ

EDUCACIÓN

JOSE PARDO

Entrar en Anatomía Patológica exige una media de 7,59 en el bachillerato de ciencias

30 ene 2018 . Actualizado a las 17:05 h.

La formación profesional no es un saco al que van los que no tienen media para entrar en la universidad. Eso apenas ocurre hoy, aunque sí es cierto que muchos alumnos se matriculan en una titulación sin estar seguros, exactamente igual que en las facultades. Pero la nota es otra cosa. Para hacer un ciclo de FP superior en Anatomía Patológica en el IES Lamas de Abade de Santiago, un alumno tiene que terminar el bachillerato de ciencias (en otra modalidad ya no entra) con una media de 7,59. Esto según las notas de corte del curso pasado, y nada hace indicar que la situación vaya a ser más fácil este junio. Hay que tener en cuenta que este 7,59 es sobre diez, por lo que en la selectividad puede transformarse en más de 10, una cifra mágica que para los decanos es sinónimo de buenos alumnos con ganas de tener nota.

Hay algunas titulaciones que tienen mucho interés y, al igual que pasa con la universidad, los alumnos saben que tienen que centrarse y trabajar si quieren garantizarse la entrada. Y es que sacar más de un siete de media en bachillerato no es fácil, exige no despistarse demasiado, ya que son veinte asignaturas y todas cuentan para la media.

Cómo acceder a la FP

El sistema de acceso a FP superior es algo diferente al de la universidad, pero en ambos casos los empates los rompen las notas. Para los alumnos de bachillerato, la FP superior reserva hasta el 70 % de las plazas, y tienen prioridad los que cursen la modalidad de bachillerato convalidable con la familia profesional; por ejemplo, en Anatomía Patológica, van primero los que hayan estudiado por ciencias. Así que de nada sirve tener un 10 en bachillerato si uno ha elegido la rama de humanidades: no le garantizan la plaza hasta que entren primero todos los de la rama científica.

El aula de FP se completa con dos cupos más, uno de ellos de un 30% destinado a los alumnos de FP de grado medio, donde también se prioriza la misma familia profesional y, en caso de empate, se entra por nota. En general, la competencia en este grupo es mayor, porque lógicamente más estudiantes del grado medio quieren pasar al superior, de ahí que los alumnos tengan que concluir su FP con una nota algo más alta.

El tercer grupo de acceso es para quienes tengan que hacer una prueba específica. Son los mayores de 19 años o aquellos con 18 que tengan un título de técnico en su haber. Para este grupo apenas hay un 10 % de las plazas.

Discapacidad y deportistas

Al igual que ocurre con la universidad, las personas con discapacidad igual o superior al 33 % tienen un 10 % de plazas. Si no se ocupan, que es lo habitual, estos puestos pasan al cupo general, al de los de bachillerato -de ahí que se indique que estos tienen «hasta» el 70 % de los sitios-.

Finalmente, se podrán sumar un 5 % de plazas adicionales para quienes cumplan el requisito de deportista gallego de alto nivel, pero aunque este porcentaje se cubra no afecta al resto de los cupos.

Lo que sirve para la FP de grado superior también se mantiene para ciclo medio. En este caso, la vía de bachillerato está pensada para los alumnos de secundaria (la etapa anterior) y el cupo de la FP es para quienes llegan de la FP básica. Esto último es muy interesante, y de hecho se considera una de las pocas aportaciones positivas de la Lomce, ya que permite que un alumno que haya hecho una mala secundaria y acabe en la FP básica pueda recuperarse del bache y retomar su formación hacia el grado medio y de ahí incluso al superior y a la universidad.

En el caso del ciclo medio, las titulaciones con más éxito son: Sistemas Informáticos en A Coruña y Vigo; Coidados Auxiliares de Enfermaría en Vigo, Santiago y Ferrol; Cociña e Gastronomía en Vigo; Vídeo Disc-jockey e Son en Vigo; y Farmacia e Parafarmacia en Vigo y Santiago.

El conselleiro defiende en el Senado que el número de plazas de Magisterio se adapte a la demanda social

En Galicia salen cada año muchos más titulados en Magisterio de los que el mercado puede absorber. El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, presentó ayer en el Senado su propuesta para evitar esta descompensación, que tiene que hacerse en el ámbito nacional para que sea eficaz: crear un numerus clausus de acceso a Magisterio para que el número de licenciados se adapte a las necesidades de la sociedad. Así se evitarían datos como el del último informe de la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Galicia (Acsug), según el cual dos de cada tres titulados en estos grados (incluye Traballo Social, Pedagoxía, Socioloxía...) no tienen empleo al año de terminar sus estudios. El caso contrario es el de las titulaciones de ciencias de la salud, donde menos del 9 % de los que buscaron empleo se quedaron en el paro.

En paralelo, cuando el pasado julio se formalizaban las matrículas de primero de carrera, de los estudiantes convocados a Magisterio (tanto a Infantil como a Primaria) en la primera tanda, solo el 60 % habían pedido esa titulación como primera opción. Aunque algunos seguro que solicitaron la carrera en otra universidad, las cifras indican que para otros muchos Magisterio es la opción b. Por ejemplo, en Medicina ocurre todo lo contrario: se convocó en la primera tanda a 437 estudiantes y de estos solo uno había pedido otra carrera antes. Con datos como estos bajo el brazo, Román Rodríguez defendió que «se vincule o número de prazas de acceso ás escolas de Maxisterio coa capacidade de absorción do sistema educativo a nivel de emprego».

No se trata solo de garantizar o de ofrecer ciertas posibilidades de éxito laboral. La idea de Rodríguez es ir un paso más allá: «Axudaríanos a elevar os estándares de prestixio e consideración social tanto da carreira como da profesión».

Cambio integral

Su idea se complementa, explicó, con la propuesta lanzada desde Santiago este fin de semana por el ministro Íñigo Méndez de Vigo acerca de establecer un modelo de acceso a la profesión semejante al mir.

El conselleiro abogó por un cambio integral en la formación inicial de los maestros, así como en el acceso a la función docente y, como complemento, a su actualización continua.

En Galicia

El 60 % de los alumnos que empiezan Educación Infantil o Primaria en Galicia habían pedido la titulación como primera opción. En Medicina, en cambio, de los 437 convocados en primera instancia, solo 1 había marcado otra opción antes.

Críticas sindicales al mir educativo

Los sindicatos de la enseñanza han criticado la forma en que el ministro de Educación propuso un mir educativo, similar al sanitario, y solo ANPE apoyaría hoy la medida, aunque siempre que se incluya en una normativa marco específica para el profesorado: la ley de la profesión docente y el estatuto del docente.

Lo cierto es que las críticas sindicales son más por la forma que por el fondo de la cuestión: Comisións Obreiras cree que este mir supone poner en duda las «actitudes e aptitudes» de los profesores y «máis temporalidade»; UXT entiende que debía haberse anunciado en una mesa de negociación y solo después de que se recuperase la inversión en la educación pública.