Elba Pedrosa: «Somos demasiado competitivos»

Ana Abelenda Vázquez
ANA ABELENDA REDACCIÓN / LA VOZ

EDUCACIÓN

Pinto & Chinto

La educadora creativa considera que entre las asignaturas pendientes que tiene esl sistema educativo están el pensamiento creativo y la oratoria

11 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Debemos aprender más sobre la realidad, en vivo y en directo, advierte la educadora creativa Elba Pedrosa. En plena operación Vuelta al Cole, cuando se activa la ronda escolar de wasaps, la delegada en Galicia de la Fundación Creativación llama a padres y profesores al sentido común y pone el acento en un lenguaje «vital», el de las emociones. «Son el futuro, porque marcarán la diferencia», asegura.

-Las emociones están pisando fuerte en las aulas. ¿Por qué son tan importantes?

-Porque todo lo que llega a nosotros pasa primero por la parte emocional del cerebro, por el sistema límbico. Y que no se bloquee es esencial para el aprendizaje. Hay que generar emociones positivas para favorecer el trabajo en las aulas. Si estás relajado, estás más predispuesto a aprender cosas.

-¿En qué debemos mejorar padres y profesores?

-Es normal que los padres seamos exigentes con nuestros hijos, no puede imperar el todo vale. Los padres debemos estar siempre pendientes. Que nos importe la educación de nuestros hijos, no desentendernos.

-Sin ser helicópteros...

-Sí, sin entrometernos en todo, También hay que dejarles libertad y confiar en los profesores.

-¿Debemos como padres cuestionar al profesor si creemos que se equivoca?

-En ningún caso. Tampoco un padre debería cuestionar a una madre, o al revés. Padres y profesores deben ser aliados. Tienen una misión conjunta. Cada niño viene con una carga, como los coches. Si conocemos bien esa carga con la que viene, cuáles son sus gustos, pasiones, habilidades, fortalezas, vamos a acertar más guiándoles, potenciando su diferencia.

-¿Es mi deber como madre trabajar con mi hija en casa para que aprenda a leer?

-Claro que no. Los padres no somos expertos en aprendizaje. Podemos informarnos e intentar estar en esa corriente de comprender lo que pasa en el aula, pero los expertos en aprendizaje son los profesores.

-¿Qué aprendemos al mirar por la ventana de un aula?

-¡Muchas cosas! Las emociones se generan a través de las experiencias. Hay que enseñar sobre la realidad, en vivo y en directo.

-¿Se pueden aprender mates en el recreo?

-Sí, jugando se aprenden muchas cosas. Tenemos polígonos dibujados en los patios de los colegios y mucha geometría en los parques infantiles. Para aprender, solo hay que estar activado creativamente. Pero si el profesor se centra en la rutina, difícilmente se pueden buscar formas nuevas para el aprendizaje.

-¿Qué asignaturas tiene pendientes el sistema educativo?

-El pensamiento creativo y la oratoria, entre otras. Y deberíamos dar mucha más importancia a la educación física. Una profesora en Escocia incorporó una actividad interesante en su día a día: que los niños antes de comenzar las clases corriesen 40 minutos en el recreo. También es importante saber desde pequeños qué necesita nuestro cuerpo para encontrarse bien. Estamos descubriendo las frutas y las verduras ya de adultos. Hay que potenciar habilidades que no son estrictamente académicas. En la sociedad que viene, la diferencia va a estar sin duda en la creatividad, en la capacidad de comunicación y en la capacidad de colaboración.

-¿Llevamos hoy un ritmo de aprendizaje frenético?

-Los padres somos muy competitivos. Juzgamos mucho a los niños. Si contribuimos a educar a nuestros hijos como robots, siempre van a perder la batalla.

-¿Grupos de WhatsApp de padres, sí o no?

-Como todo en la vida, depende del uso. Yo los uso. Si antes te revisaban el cajón o la cazadora para ver qué tenías, ahora hay otras herramientas, los niños tienen otros superpoderes en sus manos. El WhatsApp permite ponerse en contacto a la vez a muchas personas. Si lo utilizamos bien, sin alimentar la sobreprotección o las incertidumbres, no hay problema. Como con las tabletas...

-Las pantallas parecen abducirles y desconectarles de esta realidad.

-Sí. Les generan tanto placer que les abducen. Pero tienen esa ventaja de que ayudan a captar la atención. Hay que apelar al sentido común.

-¿Qué necesitan los niños?

-Límites, pero también entornos donde no haya normas. Los niños no van a pensar lo que nosotros pensamos. Hay muchas cosas del mundo de los adultos que, por suerte, no les interesan.

-¿Les seguimos demasiado el juego? Está muy en boga el modelo de padre animador.

-Los niños saben jugar. Desde que nacen, y hay que dejarles que aprendan solos las reglas del juego. Necesitan libertad.

-¿Los deberes ayudan a aprender o a agotarse antes de tiempo?

-Los niños tienen una sobrecarga excesiva en casa. Pasan muchas horas en el colegio. Los deberes no son sinónimo de eficacia. Es injusto que después de tantas horas en el colegio, los niños traigan más trabajo a casa.