Inquietud entre el profesorado al caer la matrícula de selectividad

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

EDUCACIÓN

Buena parte de los alumnos de la comarca se examinan en Santiago -en la imagen, las pruebas del año pasado-.
Buena parte de los alumnos de la comarca se examinan en Santiago -en la imagen, las pruebas del año pasado-. xoán a. solar< / span>

El número de alumnos bajó un 13 % con respecto al año pasado

12 jun 2013 . Actualizado a las 06:59 h.

Han pasado uno de los años más duros de su vida y se enfrentan esta semana a una de sus pruebas definitivas, la que les dará acceso a estudiar la carrera que hayan elegido. O no. Son los temidos exámenes de selectividad que están ya en franca retirada, porque con la llegada de la nueva reforma educativa, como mucho le quedan un año o dos.

En todo caso, la deberán superar todos los estudiantes de la comarca que aspiran a estudiar una carrera universitaria, y que por lo visto, y por las razones que sean, son menos que en años anteriores. Porque si el curso pasado fueron 332 los que se presentaron a las pruebas de acceso a la universidad, este curso serán 289 los que hoy miércoles, mañana y pasado se examinen en los campus universitarios de Santiago o de Pontevedra, dependiendo del instituto en el que estudien.

Las cifran suponen un retroceso importante, ya que habría que remontarse al año 2007 para encontrarse de nuevo en la comarca con una matrícula similar a la de este año, con 286 aspirantes procedentes de O Salnés.

Preocupación

El dato preocupa a algunos profesores, sobre todo, a los de los institutos que vieron bajar más la matrícula. Es el caso de Carril, donde se pasó de 67 aspirantes el año pasado a solo 24 en el presente. Su director reconoce que ha sido un año atípico en el que no solo bajó la matrícula, sino que además, el porcentaje de alumnos que superaron el segundo curso de Bachillerato es también inferior, y no llega al 40 % de los matriculados. Cree que hace falta un análisis más profundo de lo que está pasando, pero se teme que, por los motivos que sean «pode que haxa moitos alumnos capaces que non están estudando».

Los dificultades económicas podrían estar detrás de este retroceso. Baste decir que solo para matricularse en la selectividad y solicitar el título de Bachillerato hay que depositar más de cien euros en tasas. Y si realmente se apuesta por cursar una carrera, es necesario pagar al menos durante cuatro años matrícula, residencia, manutención y otros gastos que hoy en día no pueden permitirse muchas familias.

Por eso hay alumnos -incluso algunos que aprobaron Bachillerato- que no se presentarán a la selectividad y optarán por un ciclo formativo o por una formación específica que les permita acceder antes a un puesto de trabajo, incluso en unos tiempos difíciles tanto para los universitarios como para los que no lo son.

Las cifras, con todo, son provisionales. No todos los centros de la comarca vieron bajar la matrícula. Aunque por otro lado hay que tener en cuenta que en la cifra general también hay estudiantes que suspendieron el año pasado y repiten este.