La subida de sueldos en Alemania complica la bajada de las hipotecas en el resto de Europa

G. L. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

VITOR MEJUTO

Los incrementos retributivos pactados por convenio repuntaron al 4,7 % en el primer trimestre del año y superan el 6,2 % en la locomotora germana, dando argumentos a los halcones del BCE para no seguir bajando tipos tras el recorte de junio

23 may 2024 . Actualizado a las 18:29 h.

Parece escrito que, pase lo que pase en las próximas dos semanas, el Banco Central Europeo (BCE) rebajará los tipos de interés en la próxima reunión de su consejo de gobierno, que se celebrará el 6 de junio. Así lo han trasladado en los últimos días varios miembros de ese sanedrín en el que se decide la política monetaria de la eurozona, el último de ellos el español Luis de Guindos, que este miércoles dio por hecho un recorte de 25 puntos básicos, el primero en casi dos años.

«Estamos adoptando un enfoque prudente, que favorecería una reducción de 25 puntos básicos», señaló el vicepresidente del BCE en una entrevista con el diario austríaco Oberösterreichische Nachrichten, en la que subrayó que pese a ese cambio de tendencia que se producirá el mes que viene, el organismo no ha adoptado ninguna decisión sobre el número de recortes que se acordarán hasta que acabe el año ni sobre la magnitud de los mismos, dado el elevado grado de incertidumbre económica.

De hecho, el propio BCE había ligado futuras decisiones sobre rebajas de tipos a la evolución de los salarios en la zona euro, y los datos no son nada halagüeños para los hipotecados, ya que los sueldos pactados en convenio subieron un 4,69 % en el primer trimestre del año en los países que comparten la moneda única, lo que supone una aceleración tras el 4,45 % que repuntaron en el último cuarto del año pasado.

Aunque lo más preocupante es la tendencia en Alemania, donde la mejora retributiva alcanzó un 6,2 % entre enero y marzo, según los datos adelantados por el Bundesbank la víspera. Un dato que supera con creces las previsiones de los analistas y que arroja una nueva sombra sobre la consistencia del proceso de desinflación, ya que no parece compatible con el objetivo de rebajar la inflación hasta el objetivo del 2 % a medio plazo.

Aunque es cierto que en ese incremento de los costes laborales en Alemania han influido los pagos únicos que algunas empresas germanas han hecho a sus trabajadores para compensar la subida del coste de la vida, que no consolidan en nómina, el dato incrementa la presión sobre el BCE, que había ligado el diseño de la senda de rebajas de tipos a los datos que empezarían a llegar este mes de mayo sobre la transferencia de las presiones inflacionistas a los salarios.

Y es que sueldos más altos, defienden los halcones del banco central, acabarán provocando que los precios sigan subiendo, alimentando la espiral de la inflación y haciéndola crónica, lo que aconseja según sus recetas no relajar la restricción monetaria aplicada en los dos últimos años.

Aunque los economistas del BCE anticipan que las subidas salariales en convenio seguirán siendo altas este año pero se desacelerarán a partir del 2025, el dato introduce un elemento de presión adicional en un consejo de gobierno ya de por sí dividido. De hecho, analistas como Bert Colijn, economista sénior para la zona euro de ING Research, entienden que «persiste suficiente incertidumbre como para no esperar que surja un ciclo tradicional de recortes de tasas», indicó en declaraciones recogidas por Europa Press.

Una incertidumbre que pagarán los hipotecados, al retrasar la rebaja de sus préstamos. De hecho, tras varias semanas de tendencia bajista, este miércoles el euríbor diario se dio la vuelta con una subida que lo elevó de nuevo por encima del 3,7 %.