Galicia abre nuevas factorías para usar residuos en la producción de biometano

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Naturgy, Sologas y EDAR Bens impulsan proyectos de gases renovables

14 dic 2023 . Actualizado a las 09:34 h.

«Galicia lo tiene todo: un parque fotovoltaico significativo; aerogeneradores; una planta de regasificación; una refinería; una economía agroalimentaria importante; conserveras, siete grandes depuradoras; está ubicada en un lugar estratégico de comunicación por mar, y cuenta con vocación de emprendimiento». El que así se pronuncia es Carlos Lamora, director general de EDAR Bens, en una jornada celebrada en el museo de la Fundación Santiago Rey-Fernández Latorre, para abordar el potencial de desarrollo del biometano en la comunidad. Coincidieron con su diagnóstico los otros participantes, Salvador Jorge Mora, delegado de proyectos de biometano para la zona norte de Naturgy; Ramón Valenciano, director del centro de gestión y tratamiento de Sologas, y Juan Ignacio Rodríguez, director de Energía del Instituto Enerxético de Galicia (Inega).

El empuje que está experimentando el sector en la comunidad queda reflejado en los proyectos que se están poniendo en marcha para la producción de biometano, un gas renovable que se extrae de la fermentación de distintos residuos. Así, Sologas, ubicada en As Somozas, especializada en la valorización de residuos, después de obtener biogás de esos desechos y aprovecharlos para alimentar energéticamente sus instalaciones, puso en marcha en el 2021, en colaboración con Naturgy, un proyecto de generación de BioGNL, a partir del gas producido en sus digestores. «Hemos hecho una inversión de más de cinco millones de euros en la planta para conseguir un biometano líquido. Además, vamos a generar BioCO2 y un fertilizante. En el mes de enero empezaremos a producir y esperemos que en la segunda quincena saquemos la primera cisterna», explicó Ramón Valenciano.

Naturgy se ha lanzado de lleno a la carrera por el desarrollo de los gases renovables en todo el país. La compañía está dispuesta a liderar un mercado de futuro, llamado a tener un papel relevante en el proceso de transición energética. «Ahora tenemos en cartera más de 60 proyectos de desarrollo de biometano en el grupo, algunos tan singulares como la gestión de toda la paja de arroz en la comunidad valenciana», explica Salvador Jorge Mora, quien añade que en Galicia aspira a articular conjuntamente con Repsol y Reganosa, una red de plantas, la gestión de los excedentes de purines en toda la comunidad autónoma, entre otros. En Sevilla, Valencia y Lérida cuentan con iniciativas para la producción de gases renovable, ligadas al sector agroalimentario.

Generación de hidrógeno

Además, Naturgy también impulsa otros proyectos para la generación de hidrógeno, como una planta en Meirama; en cuya fase inicial tendrá 30 megavatios de potencia; y la más grande de España en La Robla (León), de 280.

En la depuradora de Bens se generan, después del tratamiento de los residuos, 450 metros cúbicos de biogás a la hora, que se utilizan en parte «en cogeneración para generar el 7 % de la energía eléctrica que consumimos», explica Carlos Lamora. «Pero había otros 100 metros cúbicos a la hora que no entraban en los ciclos de cogeneración que se quemaban en una antorcha. Era el año 2016. Surgió la oportunidad con Naturgy de entrar en la unidad mixta de gas renovable financiada por la Axencia Galega de Innovación y convertimos esa cantidad en 60 metros cúbicos de biometano. Conseguimos ese objetivo y lo utilizamos en movilidad, y de hecho transformamos un autobús metropolitano que hacía ruta pública de los cinco ayuntamientos», es decir, de A Coruña, Arteixo, Cambre, Culleredo y Oleiros, a los que presta servicio la depuradora.

«Después, con Naturgy y Nedgia se definió un módulo de inyección para inyectar ese biometano a la red convencional de gas natural y empezamos a hacerlo, más o menos cinco gigavatios al año», añade el director general de las instalaciones. Los próximos pasos que están a punto de darse son la comercialización de ese gas renovable, a través de un acuerdo con otra empresa, y el desarrollo de proyectos de hidrógeno. A través del aprovechamiento hidroeléctrico del agua, cuentan con capacidad para generar 1.500 megavatios de potencia renovable y, a través de un hidrolizador, de poder producir 15 metros cúbicos a la hora de hidrógeno verde.

Los participantes en la jornada también coincidieron en la fase incipiente en la que se encuentra la industria de producción de los gases renovables y en la necesidad de apoyo de las administraciones. El director de Energía del Inega aseguró que, en esta «fase incipiente de desarrollo», es necesario generar conocimiento e impulsar nuevas iniciativas, para las que comprometió el respaldo del Gobierno gallego. Anunció que se pondrán en marcha incentivos para gases de origen renovable, se favorecerán proyectos a través de la sociedad Impulsa Galicia, y se simplificará la tramitación administrativa.

Un combustible que no requiere cambios para los consumidores de gas natural

El delegado de proyectos de biometano para la zona norte de Naturgy considera que los gases renovables constituyen «la única alternativa a empresas que quieran descarbonizarse o tengan esa obligación». Resalta la importancia de que su uso «no requiere hacer ningún tipo de cambio en las industrias de hoy en día en las que consuman gas natural». Aunque admite que dentro de unos años «llegará el hidrógeno y será competitivo», insiste en que «el biometano es una realidad que va a estar con nosotros, que ya está hoy». En ese sentido, afirmó que hay negocios y tecnología madura con la que posibilitar que la transición se efectúe con gases cien por cien renovables.

Los participantes en la jornada coincidieron también en el futuro de crecimiento que tiene por delante la industria de producción del biometano. En estos momentos, en España hay nueve instalaciones de biometano en cuatro comunidades: una en Galicia, dos en Castilla-León, cinco en Cataluña y una en Madrid. En toda Europa, hay 1.322, con una apuesta muy fuerte por parte de países como Alemania y Francia. Los objetivos que marcó la UE apuntan a que, en el 2030, el consumo de biometano equivalga al 10 % del de gas natural.

Para Ramón Valenciano, es crucial que se produzcan avances «a nivel regulatorio» y también favorecer el apoyo económico a los proyectos. En este ámbito, considera que, pese a la avalancha de inversiones anunciadas a nivel nacional, no todas se acometerán. Para Juan Ignacio Rodríguez, la generalización de la industria de los gases renovables no solo ofrece ventajas desde el punto de vista energético, para la descarbonización, sino también desde el de la circularidad, de la reducción de las emisiones medioambientales. «Por eso debemos seguir avanzando para que todos los proyectos se desarrollen de forma efectiva y sostenible y el biometano sea una realidad», afirmó, al mismo tiempo que abogó por incorporar estos nuevos combustibles al mix autonómico. 

Autonomía energética

Carlos Lamora subraya también las ventajas que pueden tener para incrementar la autosuficiente energética. «Con la capacidad que tiene España, con muchas explotaciones agrícolas y ganaderas, y a través de aguas residuales, podemos ser independientes energéticamente y no tener que importar combustibles fósiles», añadió.