España se convierte en el país de Europa en el que más ha subido el precio del aceite de oliva

S. Cabrero / J. M. Camarero REDACCIÓN / LA VOZ, COLPISA

ECONOMÍA

En el último año, este alimento se ha encarecido un 52,5 %

22 sep 2023 . Actualizado a las 12:40 h.

Ya lo dice el refranero popular: «En casa del herrero, cuchillo de palo». De poco le está sirviendo a España ser el principal productor de aceite de oliva a la hora de contener los precios de este alimento tan básico en la dieta mediterránea. De hecho, es el país de Europa en el que más se está encareciendo el oro líquido. Según los últimos datos recogidos en el índice de precios de consumo armonizado (IPCA) que elabora Eurostat, el aceite de oliva subió en el mes de agosto un 52,5 % con respecto al mismo mes del 2022.

Eso sí, no es este un mal que aqueje únicamente a España. Porque otro de los grandes productores de oliva del Viejo Continente también padece con virulencia las consecuencias de la subida del precio del aceite. Portugal se sitúa como el segundo gran damnificado con un encarecimiento del 45,7 % con respecto a agosto del año anterior.

Los otros dos grandes productores —Grecia e Italia— también están viendo cómo los dígitos de las etiquetas de sus botellas suben en los supermercados sin mesura. Aunque, eso sí, con cifras algo más modestas que las españolas y portuguesas. Así, la botella de aceite de oliva subió en los supermercados griegos un 23,5 % en agosto de este año con respecto al mismo mes del 2022. Mientras que en los italianos lo hizo un 37,2 %. Si se pone el foco sobre las dos principales locomotoras europeas, las cifras son algo más halagüeñas que las patrias. En Alemania, por ejemplo, el aceite cuesta ahora un 31,9 % más que hace doce meses, mientras que en Francia, adquirir una botella de esta grasa requiere invertir un 21,3 % más.

Traducir estos números al día a día de las familias supone un susto para el bolsillo. Comprar hoy un litro de aceite requiere un desembolso mínimo de entre siete y ocho euros. Pero es que en muchos casos, esta operación puede alcanzar incluso los 13 euros. Desde Facua llevan ya un tiempo denunciando que hay quien está aprovechando el contexto para tratar de disparar sus beneficios con el encarecimiento del aceite. Esta misma semana aseguraban que el aceite de oliva virgen extra había subido este año hasta 2,57 euros (antes de impuestos) más en los supermercados que en origen.

La sequía explica, en buena medida, cómo hemos llegado a esta situación. Pero el complejo engranaje de producción y distribución, el incesante consumo y la gestión hídrica han generado un cóctel perfecto para convertir a este producto básico en un bien prémium en los supermercados.

¿Cuánto influye la sequía?

Hasta este mes de septiembre, había 100.000 toneladas de aceite frente a las más de 340.000 acumuladas en el mismo período del año pasado. «Estamos viendo una reducción del 50 % en la producción y de un 75 % en las existencias», explica Juan Luis Ávila, responsable de olivar de COAG. «Hay una sequía y un incremento del consumo mundial que hace que el mercado exterior tire del aceite», apunta este experto.

¿Hay especulación?

Es la gran pregunta que comienzan a hacerse algunos consumidores. De las cuatro grandes fases por las que transcurre la aceituna (campo, almazara, envasado y comercialización), son los protagonistas de la tercera —la de las empresas embotelladoras—, los que mayor margen han obtenido históricamente en todo ese proceso, según los últimos informes de la Cadena de Valor elaborados por el Ministerio de Agricultura. Varias fuentes consultadas apuntan que es ahí donde «pueden darse casos» para maximizar el beneficio. Pero puntuales y no generalizados.

¿Por qué es más barato en otros países?

Las imágenes de botellas de aceite a cuatro o cinco euros por litro en Irlanda y otros vecinos europeos han irritado a los españoles, que se preguntan cómo es posible llegar a esa situación. Los precios están más bajos ahora allí por la escasa rotación de ventas y el mínimo consumo comparado con España: esos lotes fueron adquiridos por las cadenas hace meses a un precio barato y mantienen aún esas remesas. Aquí, una demanda masiva y una mayor rotación de botellas impiden esos precios de hace meses en las estanterías.

¿Se puede intervenir?

Desde la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) han analizado la rebaja del IVA de los alimentos desde enero, incluido el aceite (que ha pasado de estar gravado con un 10 % a estarlo con el 5 %), y «no se observan aparentemente diferencias en la aplicación de la medida en distintas regiones con diferentes niveles de competencia». La CNMC considera que apostar por «mercados eficientes y competitivos» es una herramienta «esencial». Los agricultores van más allá y piden una nueva gestión del río Guadalquivir (epicentro de la producción) para dotar de menos agua a otros cultivos y destinarla al olivar. También piden permitir la «autorregulación»; es decir, sacar aceite del mercado en años sobrantes e inyectarlo cuando haya menor producción.