Once contra once

Mercedes Mora NEGRO SOBRE BLANCO

ECONOMÍA

02 feb 2023 . Actualizado a las 21:35 h.

Corría el 1 de enero de 1999 cuando Europa alumbró su moneda única y su banco central. Decidió entonces que los tipos de interés se colocaran en el 3 %. Hoy, tras años de dinero casi regalado (tipos mínimos e incluso negativos) vuelven a estar como al principio. Ahí los ha dejado el BCE tras aplicar la quinta subida consecutiva desde el verano para combatir una inflación inédita desde hace décadas.

Y no será esta la última vuelta de tuerca que le dé al precio del dinero. Ha dejado muy clara la autoridad monetaria su determinación de seguir elevando los tipos. Tanto que hasta ha detallado la cuantía de la próxima subida: otro medio punto. En marzo. Lo nunca visto. Jamás había sido la institución tan explícita. Más que probable es que lo haya hecho para dejarle claro al mercado que su compromiso con el control de la inflación es inquebrantable. Y también para despejarle las dudas a quien había pensado que quizás ahora que la Reserva Federal había aflojado el paso y bajado el ritmo de las subidas, el BCE seguiría su estela. «No, no, no, no. Sabemos que tenemos camino por recorrer. Sabemos que no hemos terminado». Con esa frase zanjaba ayer su presidenta, Christine Lagarde, el debate.

Y eso que los precios sí que se han moderado algo en enero y que la inflación suma ya tres meses de descensos en la eurozona. Pero está en el 8,5 %, lejos, mucho, del sacrosanto mandato del BCE: anclarla en el entorno del 2 %.

Hay que enfriar la economía como sea, piensan en el seno de una autoridad monetaria, en la que, ahora sí, mandan los halcones. Y eso, aun con el riesgo de pasarse de vueltas y que el enfriamiento resulte en recesión latiendo sobre la mesa. No sería la primera vez que al BCE se le va la mano con eso de las subidas de tipos a destiempo. Ocurrió durante la última gran crisis. Un error garrafal del entonces presidente, Jean Claude Trichet, que pasará a la historia.

Pero, de momento, la amenaza de recesión no se ha materializado. Y el hecho de que Alemania haya logrado sortearla en el último trimestre del año ensancha el margen para seguir apretándole las tuercas a ciudadanos y empresas. Consumir o invertir es ahora un deporte de riesgo. A ver si no va a ser solo en el fútbol donde son 11 contra 11 y siempre gana Alemania.