La compañía había presentado alegaciones a los informes de SEPI, que ya había desestimado la petición de rescate público para seis filiales del grupo (Abengoa Energía, Abener Energía, Abengoa Agua, Inabensa, Abengoa Operación y Mantenimiento y Abengoa Solar España). La compañía buscaba con esta inyección un plan para garantizar su viabilidad futura y evitar un nuevo concurso de acreedores.
Según confirmaron a Europa Press en fuentes de SEPI, las alegaciones presentadas por la compañía «no desvirtúan la existencia de los riesgos e incertidumbres expuestos en los informes de los asesores».